Los tendidos eléctricos siguen siendo la causa mayor de los ingresos de animales en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca. De los 1.167 ejemplares que durante el 2003 entraron en este hospital veterinario --un 86% aves y un 10% mamíferos--, el 22,6% (264) lo fueron por electrocución y el 22,5% (261) por colisión. Se da la circunstancia de que los ejemplares jóvenes en sus primeros vuelos supusieron el 10,7% de los accidentados. En cuanto a los atropellos, provocaron el 18,5% (217) de las entradas. Del total de ingresos, más de la mitad (614 ejemplares) estaban ya muertos.

Estas cifras indican que las actuaciones que viene realizando Medio Ambiente de la DGA para la protección de las líneas eléctricas con mayor siniestralidad han logrado disminuir el número de ingresos con respecto al año anterior (1.211 animales), aunque sea levemente.

Lamentablemente, y según el balance de este centro dependiente del Gobierno de Aragón, de las 107 especies distintas que llegaron al mismo, es el buitre leonado la que más siniestros padece. En el 2003, ingresaron en La Alfranca un total de 211 ejemplares. Y le siguen el cernícalo vulgar, con 77; la cigüeña común, con 64; el ratonero común, con 54, y el águila real, con 43 ejemplares. Entre las rapaces nocturnas destaca la lechuza común, con 49 ingresos y el autillo, con 43 ejemplares.

Y en cuanto a los mamíferos atendidos, que fueron 117, aparecen, entre otros, la garduña, con 33 ejemplares y el tejón, con 32 individuos. Pero también animales como la nutria y reptiles como culebras y hasta galápagos.

RECUPERAR LA ESPECIE De los animales que ingresaron vivos, los expertos pudieron recuperar en torno al 52% de los casos. Estos ejemplares se reintegraron a su medio natural una vez recuperados, "que lo hacen en las mejores condiciones físicas y en los hábitats adecuados según la especie y su particular biología, valorando como criterio básico el traslado al lugar de procedencia", aseguran. En el caso de las aves, son anilladas según protocolo del Ministerio de Medio Ambiente.

En cuanto a quiénes entregaron los ejemplares, el 80% fue gracias al trabajo de los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón. Pero también los particulares participan en esta recuperación, aunque sea con un índice del 7%; el Seprona de la Guardia Civil aportó también el 6% de estos animales, y el resto, personal del Ayuntamiento y Policía Local de Zaragoza, además del propio equipo de La Alfranca.

Curiosamente, son los meses correspondientes a primavera y verano los de mayor número de entradas, sobre todo de pollos o ejemplares jóvenes en sus primeros días de vuelo, "que ingresan desnutridos, atropellados o por colisiones". Durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, el número de ingresos ascendió a 526 ejemplares, lo que supuso el 45% de los animales atendidos durante todo el año. El mes en el que se registró el mayor número de ingresos fue julio, con 175 ejemplares, lo que supone 6,5 ingresos por día.