POR

ADRIANA OLIVEROS

La de cosas que se pueden hacer en sesenta segundos. Pescar un pez gordo, cabrear a un gasolinero , hacer berenjenas rellenas, grabar una peli porno o emular la mítica Salida de misa del Pilar de los Gimeno en versión abeja Maya. Obras de los finalistas del IV Certamen Nacional Videominuto, cuyos premios se entregaron ayer en Zaragoza. Largo visionado, risas, impactos... Y 26 nominados, entre las secciones de ficción y animación. Los responsables de Actividades Culturales de la Universidad de Zaragoza, Javier Báguena y Paco Ruiz y los miembros del jurado (el crítico Carlos E. Gracia, la guionista Paula Ortiz, el director del Aula de Cine, Luis Antonio Alarcón y la experta en arte María Victoria Calavia) se apostaron en las primeras filas. Y con ellos disfrutaron de los videominutos , la presentadora de la cita, Ana Esteban, miembros de la Tertulia Perdiguer, como José Laporta y el cortometrajista Angel Montón, invitados varios y participantes. Cada historia con su clá. Todas, con merecido aplauso. Llegaron los pequeños discursos. Los esperados premios. Que recibieron, en animación, las Cosas pequeñas y bonitas del ausente Darío Pérez, que narró la triste historia de un muñeco; y las Señales de Pablo Escanilla y Carlos Vicastillo, sobre la rebelión de los monigotes de baños y pasos de peatones por la reducción de jornada. El concepto del pescado de Alvaro Rigual (aquello de "quien quiera peces, que se moje...", con Fernando Negrete de pescador y Silvia Pinilla, en producción), ganó el segundo premio de ficción. Y el primero fue para Ignacio Sánchez Bravo y su reivindicativo minuto sobre la especulación inmobiliaria en Metro creciente , que, dentro de poco, convertirá en corto. Así que cámara y acción.