El avance de la auditoría técnica encargada por Fomento sobre el AVE Madrid-Lérida concluye que persisten los problemas en el funcionamiento de la línea de alta velocidad. La inestabilidad del firme, con el levantamiento de las piedras que mantienen la alineación de la vía; los desajustes en el sistema de frenado, y en el aire acondicionado de los trenes suministrados por Talgo y Bombardier son los principales puntos flojos que, tal y como ha publicado el periódico Cinco Días , impiden que la velocidad se eleve a 300 kilómetros por hora.

Sin embargo, las empresas que suministran los sistemas y equipos que han sido auditados difieren, afirmando que están preparados para dar el salto a la alta velocidad. La multinacional Bombardier asegura que las pruebas realizadas se han completado de manera satisfactoria. "No hay ningún problema por resolver, ya que todos los informes son positivos, incluso el del freno", añadió al diario económico.