Los vehículos de Zaragoza contaron ayer con unos acompañantes cada vez más habituales en las calles de la ciudad, aunque no en tantas cantidades. Los ciclistas, acompañados de decenas de personas que iban caminando, recorrieron las calles en un día en el que, por una vez, las cuatro ruedas no fueron las protagonistas. Casi 200 personas que madrugaron ayer para mover sus esqueletos, reivindicaban un sólo objetivo; no glorioso, pero sí muy humano: "Que las bicis tomen la ciudad para que los coches sean menos y haya más espacio para las personas".

Un deseo que se pidió por los lugares que circuló la marcha, desde Duquesa Villahermosa hasta San Pablo. David Arribas, uno de los organizadores, aseguró que en su cuarto año de edición, la marcha por Un día sin coches perteneciente a la Semana Europea de la Movilidad "tuvo un seguimiento social muy bueno", ya que la gente "cada vez está más concienciada con el medio ambiente y la necesidad de espacio", afirmó Arribas.

Esta movilización, aunque algunos les parezca un pasatiempo, tiene un fondo mucho más serio. "Sobre todo pretendemos que varios espacios de la ciudad se habiliten para las bicis y los peatones".

Una difícil lucha

Tras la marcha, los organizadores leyeron un comunicado en el que explicaba el espíritu de la movilización. Las peticiones se referían sobre todo al cambio del espacio urbano. "Queremos que el parque de San Pablo sea más accesible para los peatones ya que constituye uno de los mejores espacios verdes de Zaragoza, que se alargue el carril bus de Conde Aranda y que se hagan ciclocalles, en las que los coches limiten su velocidad 15 kilómetros por hora", explicaba David.

Sin embargo, las asociaciones de vecinos y de ciclistas saben que pasará mucho tiempo hasta que las reivindicaciones se hagan realidad. "Hemos tenido muchas dificultades, pero esperamos que algo de lo que pedimos se cumpla", comentaba David.

Pero mientras las peticiones tardan en llegar, los ciclistas y peatones que buscan su espacio, se conformaron ayer con concienciar a los niños y jóvenes por medio de juegos en el parque de San Pablo. David Arribas tiene claro que la educación es la clave, "es fundamental hacer ver a la gente, sobre todo a las futuras generaciones que si la ciudad sigue creciendo, se compran tantos coches y no hacemos nada, la contaminación y el estrés serán nuestra pesadilla".

La sensibilización seguirá la próxima semana, cuando los ciclistas pedirán una ciudad más sana en Independencia pedaleando durante 24 horas ininterrumpidas.