El parque de Torre Ramona seguirá siendo el punto neurálgico de las fiestas para los más pequeños, pero en el Pilar 2004 se recupera el de Pignatelli para ofrecer sesiones de mañana y tarde con títeres y celebraciones diversas. Los guiñoles y otros muñecos tendrán un espacio importante, y hasta se incluyen fuegos artificiales en el bautizo de una marioneta. Para las actividades de Torre Ramona, reino de niños y preadolescentes, se destinan 254.000 euros.