Llegaremos hasta donde haga falta. Si el Gobierno de Aragón no cambia de actitud, tendremos que acudir a los tribunales, a pesar de que el proceso podría demorarse muchísimo y de que, mientras tanto, Berta seguiría en un orfanato con enormes carencias".

Así expresaba ayer su indignación Juan Luis Quintilla, que a sus 58 años esperaba con gran "ilusión" junto a su mujer Maribel Casanova, de 49, la llegada de un niña china de 16 meses después de que las autoridades del Centro de Adopciones de Pekín les concedieran la idoneidad para acoger a la pequeña. Sin embargo, ambos se han topado con la negativa de los técnicos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, que los consideran demasiado mayores para adoptar a la menor.

Unas 200 personas, en su mayoría matrimonios que también han sufrido muchos problemas para obtener el permiso del Ejecutivo aragonés en casos similares, se concentraron junto a los afectados en la plaza de España a mediodía para mostrar su apoyo incondicional a este matrimonio de Huesca, que tiene otros cuatro hijos adoptados. Tres de ellos son españoles --de 16, 14 y 13 años--, y la cuarta, de 3, también es china.

Durante el acto, organizado por la Asociación de Familias Adoptantes de Aragón (AFADA), los asistentes desplegaron una gran pancarta en la que podía leerse un mensaje dirigido a las autoridades: "Dejad que Berta venga a casa". Un mensaje que corearon, además de padres y madres, treinta niñas chinas que han sido adoptadas por familias aragonesas.

"Nos han dicho que debemos renunciar a ella y que debemos pedir otra menor de entre 4 y 6 años, lo que nos parece completamente inconcebible porque la niña podría tener una hermanita de edad similar. Además, el Gobierno chino sólo nos da un mes de plazo para traerla a España", explicó Quintanilla, quien recordó que el pasado 24 de octubre debían ir a recoger a la pequeña.

Igualmente, remarcó que su familia está "perfectamente estructurada", que cuentan con una "dilatada experiencia como padres adoptivos" y que incluso el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, apoya su reivindicación.

El presidente de AFADA, Juan Antonio Vallés, aprovechó la ocasión para leer un manifiesto en el que recordó que el expediente de Berta "ha tropezado con una Administración que sólo introduce limitaciones y demoras en los procesos y que ve la adopción internacional como poco menos que un capricho de un puñado de familias que únicamente le causa problemas".

Además, Vallés hizo referencia al agravio comparativo que existe respecto a otras comunidades como Cataluña o Andalucía, "donde no se aplica el baremo de edad". Y subrayó a este diario que el colectivo tiene "muchas dudas acerca de si la postura mantenida por la DGA es legal".

"China no suscribió el Convenio de La Haya referente a adopciones de este tipo que, sin embargo, sí firmó España. Por eso, creemos que el Gobierno aragonés no puede paralizar la autorización dada desde el país asiático, que no tiene por qué regirse por los mismos criterios para conceder los permisos", apostilló.

LEGISLACION El presidente de la asociación también hizo especial hincapié en la necesidad de que el nuevo decreto que está elaborando el Gobierno de la comunidad incorpore las conclusiones de la Comisión Especial de Adopción Internacional del Senado, que fueron aprobadas de forma unánime. "El estudio deja bien claro que hay que flexibilizar los criterios de edad, dar más información a las familias, crear servicios postadoptivos y prestar más medios técnicos y económicos para estas iniciativas", concluyó.