La secta Congregación el Olivo limitaba la libertad de todos sus miembros --unos 200, según la Guardia Civil-- incluso "a niños en edad escolar", a los que les prohibían mantener cualquier tipo de relación con personas ajenas a la congregación e incluso se les obligaba, en ocasiones, a "romper lazos sentimentales con sus familiares más allegados".

Según la información facilitada por los investigadores, "se han detectado casos en los que se ha encontrado a menores en situación de abandono o desamparo por parte de sus progenitores", añadieron las citadas fuentes.