Es grande, está desnivelada y surge de repente, en medio de la autovía de Huesca, cuando el tráfico llega lanzado a Zaragoza o empieza a tomar velocidad al salir de la ciudad. Es la rotonda de la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ), inaugurada hace una semana. Para los vecinos de la urbanización Parque Goya, situada en sus aledaños, la nueva glorieta "es un acierto que aumenta la seguridad vial".

Sin embargo, un número considerable de conductores considera que la rotonda es peligrosa y que, por su tortuosa configuración, complica el acceso a Zaragoza.

"Se queja todo el mundo, taxistas, camioneros, conductores particulares... Todos dicen que está mal hecha y que el ángulo de la curva es demasiado cerrado", señala Daniel Ortigosa, que trabaja de gasolinero en la estación de servicio Cepsa AGM, la más cercana a la glorieta.

Pero no todos los usuarios de la autovía de Huesca comparten esa opinión. "Consigue ralentizar el tráfico y eso es bueno", apunta el conductor Antonio Ponte.

"Me parece bien, aunque sea un poco grande y aparatosa", comenta otro automovilista, Daniel Roca, para quien "todavía pasará un tiempo hasta que los conductores se acostumbren a bordearla".

La glorieta, que se halla a unos 3 kilómetros del puente de Santiago, empezó a construirse el pasado mes de abril, pero "es una realidad que ha supuesto al menos diez años de luchas vecinales", según afirma Raquel Tenías, presidenta de la asociación vecinal Parque Goya I. "Las cosas no podían seguir como estaban porque en el cruce que había antes, al mismo nivel, se habían producido varios accidentes mortales, entre ellos el de mis padres" , agrega.

La construcción de la rotonda supone, para la asociación a la que representa, una ventaja añadida, dado que el tramo de 3 kilómetros de autovía que separa la glorieta del puente de Santiago pasa a considerarse zona urbana.

Pero el colectivo vecinal no se conformará con la rotonda. "Ahora --anuncia Tenías--, solicitaremos que se coloquen semáforos y se habiliten pasos de peatones hasta la avenida de los Pirineos".

Ricardo, un vecino de Parque Goya, critica la apertura de la rotonda. "Muchos coches se tragarán el bordillo y se formarán colas cuando la ronda norte vaya a tope, como ya ocurrió el pasado viernes", vaticina desengañado.