El oscense acusado de matar y descuartizar a una joven que ejercía la prostitución en un piso de Lérida en agosto del 2003, Miguel Escudero Carbonell, negó ayer la autoría del crimen y culpó a dos de sus vecinos en el juicio con jurado popular que se inició en la Audiencia de la localidad catalana.

El procesado, conocido como El Indio y originario de Salas Altas, ya fue condenado a 15 años de prisión por el descuartizamiento de otra mujer en Barbastro.

Cuando ocurrió el crimen de Lérida ya había cumplido la pena y se encontraba en la ciudad trabajando de chatarrero.

El fiscal solicita para el procesado una pena de 20 años de prisión y el pago de una indemnización de 300.000 euros para los familiares de la víctima, María Augusta Fanado.

La vista oral comenzó ayer con la elección de los nueve miembros del jurado popular y posteriormente prestó declaración el procesado, que negó la autoría del crimen y culpó a dos antiguos vecinos de su vivienda.

Miguel Escudero, que ingresó en prisión poco después de los hechos, protagonizó momentos de tensión al interrumpir al abogado de la acusación particular afirmando que era inocente y que vengará la muerte de María Augusta Fanado, La Portuguesa , conocida en los ambientes de prostitución y de drogodependientes de Lérida.

Los hechos ocurrieron el 12 de agosto del 2003, cuando los Mossos d´Esquadra, alertados por unos vecinos, descubrieron el cadáver de la mujer, que estaba prácticamente abierta en canal y sepultada bajo colchones y muebles rotos.

A raíz de la investigación abierta, la policía detuvo, unas horas después del hallazgo del cadáver, a Miguel Escudero, y las pruebas de ADN fueron determinantes para su procesamiento.

Sin embargo, los vecinos que residen en la zona donde se halla el piso del crimen no recuerdan haberlo visto por ahí en los días previos al suceso.

Escudero no presenta en principio ningún trastorno mental, según los peritos que lo han examinado, aunque sí cierta dependencia del alcohol.