El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, aseguró ayer en Benicassim (Castellón) que las "contradicciones" dentro de las filas del PSOE en el tema de la demanda de recursos hídricos en su comunidad "les pasará factura" y afirmó que la decisión "insolidaria e injustificada" de derogar el trasvase del Ebro "ha roto el Gobierno de España".

Camps aseguró que el PSOE "va a romperse precisamente por un tema como es el del agua, en el que existen contradicciones entre lo que expresan sus propios dirigentes, como se ha visto estos días", dijo en referencia a las declaraciones del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, sobre la posibilidad de realizar un minitrasvase a Castellón, al que se opuso la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

El presidente levantino aseguró que la decisión "insolidaria e injustificada" de derogar el trasvase del Ebro "ha roto el Gobierno de España", y auguró el mismo proceso de ruptura en las filas del PSPV al considerar que muchos alcaldes socialistas "serán valencianos antes que socialistas".

Camps consideró "improbable" que los alcaldes que tienen que dar cuenta a sus conciudadanos de los problemas que afectan a sus municipios y, en concreto, sobre el problema del agua "tengan que decirles que la culpa la tienen los socialistas de Madrid y que no van a hacer absolutamente nada por ello". En este sentido, aseguró que no cree posible que un alcalde socialista pueda defender la paralización de un trasvase que la comunidad necesita "urgentemente". "Por eso preveo que ante un tema tan importante, el PSOE tarde o temprano se rompa en la comunidad", añadió.

El presidente de la Generalitat valenciana, que insistió en que su comunidad necesita recursos hidráulicos y en que en España "hay agua para todos", recalcó que esa es la autonomía "donde la media en consumo de agua por persona es la más baja de toda España, y donde, además, se ha modernizado el 65% del regadío frente al 8% del resto de España".