El Gobierno de Aragón ha logrado reunir los seis millones de euros con los que tendrá que satisfacer las indemnizaciones fijadas por la Audiencia Nacional para las víctimas de la tragedia de Biescas. El Ejecutivo ha establecido ya las partidas presupuestarias que detraerá de cada departamento para hacer frente al crédito extraordinario de seis millones de euros que, según la sentencia, debe pagar tras ser declarada, junto al Ministerio de Medio Ambiente, responsable patrimonial de la catástrofe del cámping Las Nieves, que acabó con la vida de 87 personas el 7 de agosto de 1996.

Los departamentos que más van a sufrir el recorte presupuestario son los de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes y Salud y Consumo, que aportarán 1.062.359 euros cada uno. Mientras que a Educación, Cultura y Deporte se le restará 991.733 euros; a Industria, Comercio y Turismo, 546.356; a Medio Ambiente, 516.003; y a Presidencia, Economía y Hacienda, Agricultura, Servicios Sociales y Ciencia y Tecnología se les quitará a cada uno 364.237 euros.

Sin embargo, el gasto combinado de Educación y Servicios Sociales también es abultado, independientemente de que, cada uno por su lado, el montante no alcance las cifras de Obras Públicas y Consumo.

El crédito de la Administración autonómica tiene el carácter de ampliable para dar cobertura a cualquier gasto adicional que surja.

La sentencia de la Audiencia Nacional, dictada en diciembre del 2005, condenó a ambas administraciones al pago de 11.265.987 euros a las familias de los 87 muertos por haber autorizado que la instalación se ubicara en un lugar peligroso, dado el riesgo de avenidas que existía.

El Gobierno aragonés recuerda que tras la tragedia concedió unas ayudas complementarias a las previstas por el Ejecutivo central para los casos de muerte e incapacidad absoluta permanente. Por ello, deducirá de los pagos impuestos por la Audiencia Nacional las cantidades abonadas con anterioridad por el mismo motivo. Una decisión muy criticada por los familiares de las víctimas, que ven cómo han transcurrido más de diez años y no se les ha resarcido.

La catástrofe de Biescas tuvo su origen en el desbordamiento del barranco de Arás, que desciende bruscamente desde la zona de Sobrepuerto, a unos 1.500 metros de altitud, hasta la ribera del río Gállego.

La violencia del agua arrastró árboles y piedras que arrasaron las instalaciones del cámping Las Nieves. La Confederación Hidrográfica del Ebro se escudó en que se trataba de una catástrofe impredecible y, por lo tanto, inevitable. Sin embargo, los tribunales de Justicia consideraron que la zona de acampada había sido ubicada junto al cono de deyección de un barranco, un lugar potencialmente muy peligroso en donde ya se habían registrado desbordamientos en otras épocas.