Un nuevo caso de violencia doméstica acabó ayer involucrando a toda una familia zaragozana. Los hijos de la víctima, una mujer de unos 56 años, golpearon a su padre hasta dejarlo en estado de coma después de que este hubiera propinado una puñalada en el cuello a su madre. Los agresores, de 25 y 17 años de edad, reaccionaron violentamente contra su progenitor al oír los gritos de auxilio de la madre, que se desangraba ante el portal de su casa, en el número 17 de la calle de Bellavista, en el barrio de San José.

Pese a la aparatosidad de la herida, la mujer, Catalina L., se halla fuera de peligro tras recibir una cura de urgencia, y no se encuentra ingresada. Los hijos del matrimonio fueron detenidos por la Policía.

El mayor, J. E. M. L., quedó a disposición de la Brigada Provincial de Policía Judicial, mientras que su hermano fue remitido al Grupo de Menores. Sin embargo, ambos fueron puestos en libertad horas después, tras prestar declaración ante el juez de guardia y el fiscal de menores, respectivamente.

La víctima se había separado de su marido, Enrique M. S., de 59 años, hace seis, y un juez dictó una medida de alejamiento para el hombre a la vista de la conducta agresiva que mostraba hacia su exmujer.

PATADAS EN LA CABEZA Los hechos ocurrieron en torno a las siete menos veinte de la mañana. A esa hora, Catalina L., que es limpiadora, salió de su domicilio para dirigirse al trabajo. Su marido, que la aguardaba junto al portal, se le echó encima con un cuchillo de cocina "de unos 10 centímetros", según testigos presenciales, y le produjo un corte en el cuello por el que empezó a sangrar abundantemente.

Los gritos de auxilio de la mujer y los insultos del exmarido (que decía "¡zorra!" y "¡puta!") despertaron a los hijos, que dormían en el segundo piso. Estos bajaron a la calle en pijama y descalzos y salieron en persecución de su padre, al que dieron alcance unos 40 metros más adelante.

Allí, según varios vecinos que vieron el suceso desde sus balcones, los hijos apalearon al padre salvajemente. "Le dieron puñetazos hasta que se cayó, y cuando estaba tendido en el suelo le soltaron varias patadas en la cabeza, con mucha saña", relató una testigo.

Hasta tal punto llegó la violencia con el padre que, cuando se presentó la ambulancia en el lugar del suceso, "los médicos fueron a atender primero al hombre", señaló un vecino de la calle de Bellavista.

"Yo me he asomado a la ventana y he visto a la mujer apoyada en la fachada, con una mano en el cuello, y diciendo que ella solo iba a trabajar", manifestó otro testigo presencial. En su opinión, los hijos del matrimonio golpearon violentamente al padre, "porque pensaron que su madre se moría desangrada".

"Si los dos jóvenes no llegan a salir a la calle, seguro que la mata", manifestó una mujer que vio lo sucedido. "¡A ver si ahora me hacen caso, que hace seis meses me partió la nariz!", exclamó Catalina, según la misma testigo.

Otros testimonios apuntan a que algunos vecinos que observaron la paliza desde sus balcones increparon a los hermanos para que dejaran de pegar a su víctima.

Alguien comentó que, a juzgar por la voz del hombre, que sufre traumatismo craneoencefálico, este se hallaba en estado de embriaguez.

Mientras golpeaban a Enrique M. S., los hijos gritaban: "¡Has matado a mi madre!" y "¡Ya vale de esto, llevamos así tres años!"

No obstante, fuentes policiales manifestaron ayer que todavía no se sabía a ciencia cierta si el traumatismo craneoencefálico del padre era consecuencia de la paliza o del golpe que sufrió en la cabeza al caer al suelo durante la pelea.