El 12% de las mujeres que trabajan en el sector de la limpieza sufre problemas respiratorios serios. La exposición a sustancias químicas peligrosas en este tipo de trabajo dañan la salud de un colectivo que en Aragón sobrepasa los 11.500 trabajadores, siendo el 70% mujeres. El sindicato CCOO presentó ayer una campaña de concienciación sobre este problema, "porque se puede limpiar sin dañar la salud ni el medio ambiente", y pidió a la Administración que, siguiendo el ejemplo de otras comunidades y ayuntamientos, tome medidas a la hora de contratar a estas empresas.

Los datos revelan que en la limpieza de oficinas y edificios trabajan actualmente en la comunidad 10.500 personas, y otras 1.000 lo hacen en los centros hospitalarios. Además, muchos de estos trabajadores son inmigrantes, por lo que los folletos informativos de CCOO se han editado en árabe, rumano, inglés y castellano.

"No existe la cultura de la prevención en este sector, por otro lado muy precario en la contratación. Sin embargo, se mantiene el hábito de utilizar productos que limpien más en menos tiempo", criticó ayer Ángel Damián Benito, trabajador de la limpieza en centros sanitarios.

"Nosotros proponemos que se usen desinfectantes y detergentes alternativos, porque son igual de eficaces", añadió Luis Clarimón, responsable de Medio Ambiente de CCOO, quien recomendó no mezclar, ni siquiera a nivel doméstico, amoníacos y lejías por el peligro que suponen sus emanaciones.

EFECTOS Muchos de los productos de limpieza son peligrosos porque pueden producir quemaduras, irritaciones o asfixia. Pero hay otros cuyos efectos pasan inadvertidos a corto plazo. CCOO hace hincapié en los disruptores endocrinos, "sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal". De hecho, Clarimón afirmó que en los peces llegan a provocar un cambio de sexo, en los cocodrilos se han demostrado problemas en la reproducción y en los humanos "ocasionan trastornos en las reglas menstruales en las adolescentes o problemas testiculares en los jóvenes".