Enrique M. S., de 59 años, se encuentra en situación estacionaria en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Clínico de Zaragoza, adonde fue trasladado en la mañana del pasado lunes con un traumatismo craneoencefálico que pudo producirse al caer al suelo o que es consecuencia de las patadas que, según algunos testigos, le dieron sus hijos. Camarero de profesión, carece de trabajo en la actualidad y tiene problemas de dependencia alcohólica, según señalaron fuentes del entorno familiar de Catalina L., su exmujer, de 51 años. Se separaron hace diez años y, desde entonces, según las mismas fuentes, ha protagonizado numerosos altercados por los que ha ido a juicio y ha sido condenado a penas económicas y de privación de libertad.