Los comerciantes de la zona de Romareda exigen al teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Antonio Gaspar, que agilice las obras de reforma de la plaza de Eduardo Ibarra para minimizar los "perjuicios" que estos trabajos causan a las economías de hosteleros y tenderos de las inmediaciones del estadio de fútbol.

Los comerciantes se constituirán en colectivo de afectados para exigir soluciones conjuntas a los responsables municipales. Así lo decidieron en una concurrida reunión celebrada ayer en la que volvieron a exponer los problemas que los trabajos de remodelación urbanística de Eduardo Ibarra generan a las empresas de la zona.

Su primera petición será reunirse con el responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Antonio Gaspar, para que atienda sus demandas y busque soluciones a la situación. Las quejas principales se refieren a la reorganización del tráfico en la zona del estadio de fútbol y un mayor control sobre las obras que se están llevando a cabo tanto en Eduardo Ibarra como en la calle Asín y Palacios.

"El tráfico se ha restringido y la gente no sube aquí. Las ventas han bajado más de la mitad", explicó, Gonzalo Alfonso, dueño del restaurante Rogelios, ubicado detrás del estadio. Alfonso apuntó que pedirán a Urbanismo "compensaciones" por los efectos a la baja que están generando las obras. La Comisión Gestora de la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios del Sector Romareda nace en el seno de la Federación de Empresarios de Comercio y servicios de Zaragoza y Provincia, Ecos, cuyo presidente, José Antonio Pueyo, estuvo presente en la reunión.

"Hemos enviado una solicitud para que el concejal de Urbanismo nos reciba cuanto antes", explicó Pueyo. Además de la agilización de las obras del párking, Pueyo apuntó que también demandan otras mejoras en la zona, referidas a la señalización o a las exenciones fiscales.

Algunos han denunciado también que establecimientos de la zona han sufrido cortes del suministro eléctrico. "¿Cuánto tiempo seguiremos así?", inquirió Jaime Naval, socio del bar Canterbury, para quien esta cuestión está "politizada por las elecciones" de mayo. En su caso, las pérdidas ascienden ya a casi un 50% de la facturación. Este empresario explicó que pedirán información al ayuntamiento zaragozano para conocer "el estado de las obras.