La situación de los quebrantahuesos en Aragón es preocupante, y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) y el Fondo Amigos del Buitre (FAB) han dado la voz de alarma tras el hallazgo, a finales del mes de agosto, del cadáver de Víctor.

Con este son ya seis (siete según el FAB) los ejemplares hallados muertos a lo largo del 2006: Hecho, posiblemente por disparo, en la reserva de caza de la Garcipollera-Jacetania; Merodio, tras permanecer diez meses en el centro de recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca; Esperanza y Víctor este verano, aunque se desconoce aún la causa de su fallecimiento, y otros dos por colisión con tendido eléctrico, uno en Francia y otro Benasque. A estos, según el FAB, habría que añadir el rescate en marzo de un pollo muerto en su nido.

El Fondo Amigos del Buitre explica que entre el 2005 y lo que llevamos del 2006 han desaparecido en Aragón "casi los mismos quebrantahuesos que en francia en los últimos 20 años".

El pasado 29 de agosto, la guardería del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y agentes de protección de la naturaleza recogieron el cadáver de Víctor, de seis años. El ejemplar fue trasladado a Boltaña y luego al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, para practicarle la necropsia. Y el 21 de julio se encontró a Esperanza, nacida en el 2002 y uno de los cuatro quebrantahuesos que la comunidad aragonesa había criado en cautividad.

Pero estas cifras hay que contrastarlas con el aumento de la población reproductora, que, según la FCQ se ha hecho de manera constante durante los últimos diez años. "Gracias al programa de captura, marcaje y seguimiento del quebrantahuesos desarrollado por la FCQ y el Gobierno de Aragón, con 87 ejemplares marcados, se están documentado los casos de mortalidad de la especie", dice la propia fundación.

"Es evidente que donde se realizan mayores esfuerzos en el marcaje y seguimiento de la especie es donde se documentan más casos de mortalidad", añade. Pero el FAB advierte de que cada vez hay menos parejas que crían y que este año sólo han volado trece pollos en Aragón, frente a los 23 del año pasado.