La escasa preparación pedagógico-didáctica del profesorado derivada de la ausencia de un sistema sólido de formación, la resistencia de una parte del profesorado al cambio metodológico, la dificultad para implicar a los estudiantes en los procesos formativos y la inadecuación de muchas infraestructuras pensadas para clases magistrales y grupos numerosos son las principales dificultades para renovar la metodología educativa en las universidades españolas.

Así lo revela el informe Propuestas para la renovación de las metodologías educativas en la Universidad, elaborado por una comisión del Consejo de Coordinación Universitaria y presentado ayer en Zaragoza.

En España, la modalidad de enseñanza más utilizada es la clase teórica magistral y parece que estamos lejos de contemplar la desaparición de esta metodología, según el documento.

Sin embargo, en el resto de Europa, a pesar de que las clases magistrales también son centrales, la atención tutorial personalizada está más desarrollada que en las universidades españolas, así como los convenios con las empresas para potenciar el aprendizaje profesional práctico, el aprendizaje de un idioma extranjero y la movilidad de estudiantes entre las distintas universidades.