Una de las primeras tareas que deberá desarrollar el director-gerente de la estación de autobuses será precisamente equipar las instalaciones entregadas por el Gobierno de Aragón, que ha dejado pendientes múltiples remates. La factura de estos trabajos se ha valorado en 3,1 millones de euros, más de 500 millones de las antiguas pesetas, ya que se deben acondicionar los despachos de los operadores, amueblar las cafeterías y la sala de espera o instalar los sistemas de comunicaciones, señalización y seguridad. Además, se acometerán algunas reformas en los equipamientos para poder ajustarse a las necesidades de las empresas y de los futuros usuarios de las dependencias.