La Audiencia Provincial de Zaragoza ha desestimado -- como ya hiciera el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Zaragoza-- la demanda interpuesta por la mayor parte de vecinos de la casa azul contra el Consorcio de Compensación de Seguros, y por la que le reclamaban seis millones de euros. Los demandantes consideran que el origen del socavón que engulló prácticamente en noviembre del 2003 los cimientos de este edificio de 52 pisos, que tuvo que ser derribado posteriormente al quedar en ruina técnica, fueron las inundaciones de febrero de ese mismo año, una causa que sí entraría en su cobertura. Sin embargo los jueces entienden que no se ha demostrado esa vinculación.

Tras esta nueva sentencia, los demandantes tienen opción de presentar un nuevo recurso de casación ante el Tribunal Supremo, aunque fuentes de la comunidad de bienes integrada por la mayor parte de los vecinos ya han señalado que no lo van a hacer para no alargar y encarecer el proceso.

De esta forma, los vecinos de este bloque se quedan con su principal esperanza para poder afrontar con garantías económicas la construcción de un nuevo inmueble en el mismo solar donde se encontraba la casa azul. De hecho, aunque los propietarios cuentan con la licencia de obras desde principios de este año aún no se han iniciado los trabajos a causa --según fuentes internas-- de discrepancias internas

UNA CAUSA INDEMOSTRABLE Todos los peritos consultados por los jueces coincidieron en que la sima que provocó la ruina técnica de este bloque se produjo por el colapso de una dolina preexistente, situada a unos veinte metros de profundidad. Las diferencias han radicado, sin embargo, en la influencia que pudo tener en su formación el río Jalón.

Mientras el experto presentado por el órgano de compensación, señaló que este colapso se produjo por la evolución natural de la dolina a lo largo de miles de años, casi una decena de informes encargados por el Ayuntamiento de Calatayud y la Comunidad de Bienes Justo Navarro situaba su origen en la riada del mes de febrero, aunque cada perito recurría a una teoría distinta para explicar esa afección.

La opinión del experto Francisco Gutiérrez, profesor de Geología de la Universidad de Zaragoza, fue determinante: "No se puede saber hoy por hoy si la influencia del río fue determinante". Y ante la duda, como la carga de la prueba --es decir demostrar esta relación--, corresponde a la parte demandante, los jueces han estimado la reclamación.