--Llama la atención lo joven que es usted, en comparación con la mayoría de los miembros del movimiento vecinal. Todavía quedan muchos líderes de los años ochenta.--Sí. En estos momentos, los cuatro miembros de la junta directiva no llegamos a los 50 años, aunque tenemos la suerte de contar todavía en la asociación con algunos de los fundadores. Esa mezcla es positiva.--

¿Y tiene pensada alguna fórmula para atraer a las nuevas generaciones a la asociación?--En Las Fuentes, los chavales sí tienen muy interiorizado el sentimiento de pertenencia al barrio, pero no participan. Hay que sacarle partido a eso y echarles el gancho. ¿Cómo? Tal vez potenciando las áreas de solidaridad, de comercio justo y ese tipo de proyectos ilusionantes en los que sí creen.... La vivienda también es importante.

--¿Se refiere a la construcción de VPO para que la población joven no se marche?--Sí. Recientemente perdimos una buena oportunidad con el convenio de Schindler. Solicitamos al ayuntamiento que incrementase el número de viviendas protegidas, pero no hicieron ni caso. Tenemos además un problema añadido y es que Las Fuentes no puede crecer más (salvo en el entorno de San Adrián de Sasabe). Hay que apostar por otras vías como la reconversión urbanística.

--Existe un estudio denominado Revitasud, para regenerar Delicias y Las Fuentes, tanto urbanística como socialmente, pero la inversión necesaria es desorbitada y habría que contar con el visto bueno de la iniciativa privada. ¿Cree que finalmente se podrán llevar a la práctica las conclusiones de ese documento?--La Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana (organismo dependiente del Ayuntamiento de Zaragoza) está muy concienciada. Es cierto que hace falta mucho dinero, pero es que en el barrio no hay suelo y no queda más remedio que reformar.

--La otra opción que plantean para mejorar el urbanismo del barrio es el esponjamiento de los grupos de viviendas obreras, reducir el número de pisos para mejorar las condiciones de habitabilidad y salubridad. ¿Le parece mejor idea?--No lo veo claro. Las mejoras a través de la instalación de ascensores, de recubrimiento de las fachadas con aislantes y la atención a los residentes (la mayoría, mayores de 65) por parte de trabajadores sociales me parece mucho más efectiva y viable. El esponjamiento social no está todavía bien definido y, si se refiere a derribar y volver a construir, no me parece apropiado. Los grupos obreros de viviendas forman parte de la historia del barrio y hay que conocer el fondo social. Allí viven muchos ancianos, gente de rentas limitadas, jóvenes e inmigrantes que no pueden encontrar nada mejor por un precio asequible. ¿Qué se hará con esa gente si se lleva a cabo ese esponjamiento de la zona?

--La falta de aparcamientos es otro de los principales problemas de Las Fuentes. Este año el ayuntamiento anunció la construcción de uno de 390 plazas en la calle Doctor Iranzo. ¿Cree que se acabará el problema?--El tráfico es uno de los principales problemas del barrio. No solo por el déficit de plazas de estacionamiento, sino también por las propias calles porque hay que reorganizar las entradas y salidas al barrio y porque están muy deterioradas tanto la calzada como la acera. Con reformar Compromiso de Caspe no basta, el ayuntamiento debe dar continuidad a la renovación de infraestructuras en otras calles. No podemos tener aceras levantadas por las raíces de los árboles.

--¿Se va a seguir una línea continuista con la forma de actuar de la anterior junta directiva?