Instructor de buceo
Es instructor jefe de buceo en Bomberos de Zaragoza, maestro de Aikido y otras disciplinas orientales como el yoga y la meditación. Con esos antecedentes tenía que escribir Yoga del agua, volver al océano (Gaya).
--¿Primero fue el agua?
--Primero fue Homero, cuando mi madre nos leía a los hijos esos autores: Rubén Darío, Homero, Platón, Lorca... Tengo unos padres muy liberales que me inculcaron la cultura y el respeto por la vida.
--¿Y cuándo llega el agua?
--Me surge por la fascinación por el mar, y en concreto con la novela de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino. Es una novela que ha marcado a mucha gente. La leí a los diez años y desde entonces quedé fascinado por el agua en general, por la idea de la fluidez.
--Ha viajado mucho, ¿buscando qué?
--La búsqueda de mí mismo. Esa búsqueda era una metáfora. Mis padres eran emigrantes, viajeros, y esto lo tengo conmigo. El primer viaje que hice fue a Francia, muy de pequeñín. Y me encontré con una cultura liberal que no conocía, con Brel, con Brassens, con Ferr¨...
--Y llegó también la India.
--La India es mi madre, mi iniciadora, me cambió la mente. No solo el encuentro con la cultura hindú, sino con sus contradicciones, con su dolor y su cultura milenaria.
--¿Y el libro cuando nace?
--Nació en Benarés, en febrero de 1993. Sentado a las orillas del Ganges y lo terminé allí diez años después; fui de propio a terminarlo a la India. Allí tienen una veneración por el agua fluyente, es algo sagrado en su cultura.
--Podría escribir otro libro sobre el agua en España.
--Para los españoles, el agua es una gran desconocida. La gente se alarma ahora, porque va a ser la clave de la paz o de la guerra futura.
--¿Qué opina de esa obsesión de los levantinos por el Ebro?
--Yo creo que la idea de que el norte ofrezca el agua al sur, dependiendo de las lluvias, es una cuestión hidroilógica. En España hay un proceso trágico de desertización, así que con seguridad hay que ir a la potabilización del agua de mar, que es algo que realizan en muchos países.
--¿Qué contiene su libro?
--Es una obra que ofrece muchas respuestas a preguntas que se hace el ser humano. Está hecho a base de miles de kilómetros y preguntas a médicos, astronautas, filósofos, yoguis, poetas, científicos... En realidad es una puerta abierta a la vida. Las nuevas tendencias sobre la naturaleza se equivocan: hay que dejar a la naturaleza en paz. La vida, el planeta, es un organismo vivo. Fíjate: un occidental cuenta con 300 litros de agua al día; un oriental no llega a cinco incluyendo cosechas.
