El firme de la autovía de Madrid estará completamente renovado entre Guadalajara y Alfajarín para la Expo 2008. Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, quien se comprometió a sacar a concurso la concesión para la renovación de la A-2 antes de acabe el año. Este proyecto se dividirá en dos fases y los contratistas deberán trabajar a destajo para arreglar la autovía en poco más de un año, aunque el contrato establecerá la modernización del corredor con decenas de actuaciones para corregir curvas, ejecutar ramales y enlaces, además de solventar los numerosos puntos que sufren problemas de estabilidad. En total, la inversión alcanzará los 722 millones de euros.

Morlán estrenó en Madrid los desayunos económicos de la asociación Aragón en el Exterior (Aragonex) dando un repaso a su gestión, haciendo especial hincapié en la aprobación del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) y en el esfuerzo inversor que se está realizando en la comunidad para acabar con el déficit histórico en comunicaciones.

El número dos de Fomento señaló que una de las grandes líneas de trabajo es el plan de acondicionamiento de las autovías de primera generación, en las que se incluye la que une Aragón con Madrid desde hace quince años y que se completa con la A-1 (Madrid-Burgos), la A-3 (Madrid-Alicante) y la A-5 (Madrid-Sevilla). A este programa se destinarán casi 5.000 millones de euros, una inyección económica que pretende poner al día los estándares de calidad de unas carreteras que fueron únicamente desdobladas. La mejora llegará a un total de 2.096 kilómetros en dos fases (2006-2009 y 2008-2011).

CONCESIÓN SIN PEAJE La inversión se llevará a cabo mediante concesiones similares a las de una autopista, aunque en este caso el abono del canon recaerá directamente en la Administración central.

En el caso de la autovía entre Madrid y Zaragoza, se actuará de momentos en dos grandes tramos que suman 203 kilómetros. En el sector comprendido entre el límite de la provincia de Guadalajara y Calatayud (94,8 kilómetros) se invertirán 332 millones de euros, de los cuales 187 millones se destinarán a la conservación en el periodo de la concesión. El dinero restante servirá para poner al día la autovía, lo que se supondrá construir casi una treintena de nuevos kilómetros para corregir curvas muy cerradas, peraltes y pendientes y para ejecutar nuevos accesos con carriles de aceleración y desaceleración adecuados.

En el segundo tramo aragonés, entre Calatayud y Alfajarín, con 107,2 kilómetros, se realizarán actuaciones por un valor de 390 millones de euros, de los cuales 150 se gastarán en remozar los puntos conflictivos y 240 en conservarla durante el periodo de concesión.

La modernización se completará con el tramo entre Guadalajara y Madrid, en el sector de su aeropuerto, cuyo anteproyecto se valoraba en algo más de 170 millones.