Los usuarios del AVE que salió ayer de Zaragoza a las nueve de la mañana sufrieron un retraso de 25 minutos debido a un fallo en el sistema de cierre de las puertas de los vagones. El convoy, de la clase Alvia que une Madrid con Zaragoza, sufrió este problema en la estación de Huesca, de donde procedía. Allí se detectó este problema, puesto que las compuertas no cerraban bien. Tras solventar el problema, el tren siguió su trayecto sin problemas y recaló en Zaragoza, aunque con ese tiempo perdido.

Al hacer parada en Calatayud, el sistema de cierre volvió a amagar con el fallo, aunque este no repercutió negativamente ni se produjeron más retrasos. El tren ganó tiempo y llegó a Madrid con veinte minutos de retraso. El sistema de megafonía anunció a los pasajeros (el tren iba prácticamente lleno) de su derecho a reclamar una indemnización. Numerosos clientes anunciaron su intención de hacerlo, lo que les permitirá recuperar la mitad del importe del billete.