La avenida Ranillas de Zaragoza soportó ayer un tráfico inferior al que se registraba antes de su cierre parcial al tráfico. Diariamente, más de 7.000 coches la atravesaban y ayer fueron muchos menos. Según fuentes municipales, los zaragozanos se han acostumbrado a usar otras vías alternativas. La previsión es que este fin de semana, especialmente el domingo por la apertura de los centros comerciales, recupere la normalidad. E. P.