Las fechas de Navidad son proclives para que los ángeles o las vírgenes se aparezcan a los pastores, pero en Bagüés, un municipio de las Altas Cinco Villas, la historia ha cambiado. El protagonista sigue siendo un pastor, pero esta vez no se le apareció la virgen, sino al contrario, descubrió que la talla de la Virgen de la Paruela, que se localizaba en la ermita del mismo nombre, había desaparecido.

La historia se produjo el jueves pasado, un día frío en el que el cuidador de ganado comenzó la jornada como de costumbre, encaminando sus reses hasta las inmediaciones del pequeño monumento religioso, que se encuentra a cuatro kilómetros del municipio.

Una vez allí se dio cuenta de que el candado que cierra el acceso a la ermita no estaba y que la puerta de entrada estaba entreabierta. Ante la sorpresa, el pastor entró y con gran estupor se dio cuenta de que la imagen principal del retablo, la Virgen de la Paruela, no se encontraba en su hornacina habitual.

Bajó al pueblo para avisar al alcalde, Tomás Hornos, quien se encargó de llamar a la Guardia Civil de Sos del Rey Católico para denunciar el hurto, según testimonio de algunos vecinos, quienes también confirmaron que "hasta al momento no se han tenido nuevas averiguaciones ni se sabe nada de la imagen".

El presidente de la agrupación Virgen de la Paruela, de Bagüés, Juan Fructuoso, explicó que la desaparición de esta pieza "ha producido una gran lástima, ya que todos los años se organiza una romería en agosto en su honor y el próximo año su protagonista puede perdérsela". Una tradición que se remonta al menos durante un siglo, ya que hasta los más ancianos del lugar recuerdan que la imagen "ha estado siempre en esa ermita", confirma.

Valor simbólico

Para Fructuoso esta desaparición va más más allá del valor artístico o histórico de la pieza, que al parecer es más bien poca, porque "para los bagüesanos lo que más importa es el valor sentimental que tiene la talla".

Quizá el ladrón no sabía que esta imagen, la única conservada en este templo de regios muros, no era más que una pieza de escayola revestida con manto y corona virginal de finales del siglo XIX o del XX. Sin embargo, para los vecinos de Bagües no tiene precio. "Sentimos gran pena y esperamos que quien se la haya llevado recapacite y la devuelva al comprobar que no tiene gran valor económico", explicó un vecino de la localidad.

Expolio en la zona

El pasado año, coincidiendo también con las fechas navideñas (26 y 27 de diciembre) otro templo religioso de la zona, la iglesia de la Virgen del Pilar de Gordún, fue también objeto de un robo, en este caso de objetos religiosos de valor, como una talla esculpida en alabastro. Afortunadamente, el dispositivo policial permitió recuperar todos los efectos robados en menos de un mes.

Pero es que, además de las piezas que se han llevado los ladrones, otras obras de la localidad de Bagüés, como las pinturas murales del siglo XI de la iglesia de los Santos Julián y Basilisa, también están lejos del municipio aunque, en este caso a buen recaudo. Las instituciones fueron las que decidieron trasladarlas en esta ocasión al Museo Diocesano de Jaca para que se sean exhibidas allí con seguridad.