"Nunca podremos saber si la historia de los Amantes de Teruel fue real o es una leyenda", asevera Rosa López, gerente de la Fundación Amantes. La afirmación llega tras el último trabajo de investigación publicado acerca de la historia de amor de Isabel de Segura y Diego de Marcilla o, mejor dicho, Juan Martínez de Marcilla, como se llamaba el protagonista según el medievalista Fernando López.

En su obra, Datación de la historia de los Amantes de Teruel a través de los datos socioeconómicos que contiene el papel de letra antigua, becada por la fundación de Los Amantes, adelanta la creación literaria de esta historia dos siglos respecto a las creencias más generalizadas. En lugar del siglo XIII, en que está ambientada, él la sitúa en la segunda mitad del siglo XV atendiendo a los datos socioeconómicos que recoge. La primera referencia que se conserva de esta historia es un protocolo del siglo XVII del notario Yagüe de Salas, archivero del concejo de Teruel, que aseguró copiarla de un papel de letra antigua que no ha llegado a nuestros días.

Pero la incógnita no está solo en resolver de que época era el documento original, ya que algunos críticos literarios creen que la afirmación de Yagüe de Salas, como literato que también era, podría tratarse de un artificio para dar veracidad a su historia, como había hecho años antes Miguel de Cervantes en El Quijote al simular que transcribía unos papeles escritos por un tal Cide Hamete Benengeli.

No obstante, la hipótesis más generalizada hasta ahora parte de que sí existía una obra anterior, concretamente en el siglo XIII, fecha que López Rajadel adelanta a la segunda mitad del siglo XV, basándose en referencias sociales. "La dote de Isabel de Segura para casarse con el señor de Azagra, de 30.000 sueldos, o la fortuna que hace Diego de Marcilla en cinco años de guerra, de 100.000 sueldos", son cifras lógicas del XV, no del XIII", asegura.

"Esto es como si en una obra ambientada en el siglo XX el protagonista compra un piso en Teruel por 500.000 euros. Ni la cantidad ni la moneda concuerdan", añade el investigador.

El códice incompleto

López Rajadel defiende que la obra literaria de los Amantes podría formar parte de un códice de finales del siglo XV que aún se conserva en la Biblioteca de Cataluña y en el que faltan algunas páginas. Para sustentar esta afirmación el medievalista se acoge no solo a los datos históricos sino también a características onomásticas, ya que el apellido de la familia que mandó componer este códice coincide con el del protagonista de la leyenda: los Marcilla. "Era una de las familias más influyentes de la época, uno de ellos era el comendador de Alfambra y otro el señor de la villa de Escriche, aunque ambos vivían en la ciudad de Teruel", explica.

El códice que se conserva en Barcelona bajo la referencia numérica 353 recoge el origen de la familia Marcilla, junto a historias célebres como la del conde de Alfambra y la crónica de San Juan de la Peña por lo que, para López Rajadel, es probable que en las últimas páginas del libro pudiera haberse escrito esta leyenda para ennoblecer su apellido.

Las causas que arguye el investigador para explicar la desaparición de estas hojas van desde una pérdida casual, a una posible censura de su contenido durante el siglo XVI. "La sociedad era más conservadora durante esa época, por lo que pudieron arrancar sus páginas", comenta.

El último de los argumentos que usa López Rajadel para afirmar que el Códice 353 podría ser el papel de letra antigua trascrito por Yagüe de Salas radica en algunas "faltas de ortografía" que coinciden en ambas obras y que, por otro lado, eran "poco frencuentes" en esa época. Para el investigador esto no implica que la historia no pudiera haberse escrito ya antes o circulara de forma oral, aunque se muestra muy prudente: "No existen ninguna referencia documental anterior así que quien defienda esta hipótesis que la demuestre", concluye.