Los vecinos de la Comarca de Tarazona y el Moncayo cumplieron ayer con la tradición y participaron en la romería Todos a Veruela, que reúne a los municipios de Añón, Alcalá, Litago, Lituénigo, Trasmoz, San Martín y Bulbuente. Más de 700 personas participaron en todos los actos que tuvieron como escenario principal el recinto monacal. El Monasterio de Veruela, propiedad de la Diputación Provincial de Zaragoza, colgó ayer el cartel de jornada de puertas abiertas en el que, sin duda y a la vista de la participación, ha sido el día más multitudinario del año.

Todos a la Virgen se ha convertido en una jornada de hermandad para los pueblos moncaínos. La tradición, como explican desde la organización, es "relativamente joven" ya que surgió hace dos décadas "en un intento por que los pueblos de Moncayo se unieran en Veruela en el primer acto conjunto y entorno a la patrona". Durante estos cerca de 20 años, la fiesta ha crecido y cada año gana nuevos adeptos. De hecho, y como comentaban ayer algunos vecinos que acudieron a la fiesta, "por primera vez se ha visto gente llegada de Tarazona y de Novallas, poblaciones de la comarca pero que hasta ahora no sabíamos que hubieran participado".

LAS OFRENDAS Los pueblos acuden a la cita para hacer su ofrenda en la iglesia de Santa María de Veruela. Por ejemplo, los de Añón acuden con plantas aromáticas. Y jóvenes de San Martín portan en su cabeza los típicos canastillos con roscones dulces. Asimismo, la representación de Vera lleva panes de sardinas y de Lituénigo llega el vino, la miel y el chordón de Moncayo (frambuesas silvestres).

Después, todos estos alimentos, una vez bendecidos, fueron repartidos entre todos los asistentes allí reunidos, que degustaron los frutos regados por un buen vino de la Denominación de Origen Campo de Borja.

Otra de las ventajas con que cuenta esta jornada es la que permite a los vecinos de la comarca acceder a espacios habitualmente cerrados al público, como son, por ejemplo, los antiguos jardines. Allí, entre los árboles centenarios plantados por los propios monjes, los vecinos de Moncayo disfrutaron de distintos placeres, como un "rancho popular" que degustaron alrededor de 500 personas.

La de ayer fue la primera de las tres tradicionales romerías que se celebran anualmente en Moncayo. Así, el próximo sábado, 30 de junio, los vecinos de San Martín, que guardan a la Virgen de Moncayo en su iglesia durante los meses de invierno, subirán hasta el Santuario para depositarla en la que será su ubicación en los meses estivales.

Y un día más tarde, coincidiendo con el primer domingo del mes de julio, les tocará el turno a los vecinos de Tarazona, los cuales celebrarán durante la jornada el Quililay, una romería a la Virgen del Moncayo.