Comerciantes y vecinos del Picarral han formado un equipo para realizar el seguimiento de la segunda fase de las obras de construcción de un colector de aguas pluviales de enormes dimensiones en la calle San Juan de la Peña. Este grupo de trabajo actuará como intermediario entre los ciudadanos del sector y la empresa que desarrolle los trabajos para evitar los pequeños problemas derivados de este tipo de obras: problemas de acceso a viviendas y comercios por la apertura de zanjas, falta de información acerca de los cortes de agua y otros servicios...

La Asociación de Vecinos Picarral Salvador Allende convocó ayer una asamblea ciudadana para constituir esta comisión encargada del seguimiento de la obra y de actuar de mediador entre los vecinos, la empresa y el Ayuntamiento de Zaragoza. "El grupo será el responsable de comunicar las pequeñas incidencias tales como la necesidad de colocar más tablones sobre una zanja para que puedan pasar los peatones o asuntos similares. Esas son, al fin y al cabo, las cosas que enfadan a la gente y que cuesta muy poco resolver", explicó el presidente del colectivo vecinal, Juan José Jordá.

La comisión se constituyó ayer, justo un día antes de comenzar la segunda fase de las obras del colector. Durante los últimos meses, la empresa ha trabajado en la construcción del tanque de acumulación al que irá a parar el agua cuando se produzcan grandes tormentas y ahora lo hará en la implantación de las tuberías de gran diámetro en la avenida San Juan de la Peña (en el tramo comprendido entre el camino de los Molinos y Alcalde Caballero). Para ello, hará falta ocupar la calzada de salida de la ciudad durante dos meses. Durante este tiempo, el Ayuntamiento de Zaragoza mantendrá la circulación en ambos sentidos utilizando los dos carriles que ahora permiten el acceso a la ciudad. Uno se mantendrá para dirigirse al centro de Zaragoza y el otro se habilitará en contradirección para ir hacia Parque Goya.

La obra del depósito de aguas pluviales y la red de colectores comenzaron a principios de este año. El trabajo se adjudicó a la Unión Temporal de Empresas Marcor Ebro y SEOP, por un importe de 4,4 millones de euros.