Medio centenar de abogados zaragozanos protagonizaron ayer un inédito planta a su decano, Javier Hernández Puértolas, y a la Junta de Gobierno de su colegio al abandonar una asamblea del turno de violencia de genero. La crisis se ha abierto por la decisión colegial de prohibir la inscripción simultánea de los letrados en este turno y en el de penal (de oficio) para el ejercicio del 2008.

El incidente se produjo en el salón de actos del colegio, durante una reunión a la que asistieron la mayoría de los letrados inscritos en violencia de género (120), uno de los servicios públicos más prestigiosos y de mayor repercusión social que presta el colegio.

La asamblea se había convocado para que la Junta de Gobierno explicara los motivos y la oportunidad de la medida adoptada, en un ambiente de crispación entre los letrados.

Abogados afectados, que anunciaron la difusión de un comunicado público y colectivo sobre este problema, explicaron a este periódico que la prohibición de la doble inscripción en ambos turnos "cercena nuestra proyección profesional" y anunciaron para el próximo año un boicot al turno de violencia de género que afectaría a más de la mitad de los letrados, "ya que nuestra vocación es la defensa penal"

CRISIS Según coincidieron varios de los letrados asistentes a la asamblea, el desencadenante del plante fue una frase pronunciada por un miembro de la junta que no identificaron: "No se puede vivir del turno de oficio".

Los abogados interpretaron esta declaración como una crítica a los emolumentos que reciben los letrados por los casos que asisten en este turno, una cantidad que los profesionales y el propio colegio siempre han calificado de "insuficiente" y que en muchas ocasiones no alcanza para cubrir los gastos.

Asimismo, criticaron que el colegio no les haya entregado por escrito el acuerdo sobre esta prohibición ni una explicación sobre las causas que la motiva. "Tal vez el comportamiento de la junta fuera diferente si alguno de sus miembros estuviera en este turno gratuito para la ciudadanía", añadieron.

Hernández Puértolas explicó a este periódico que no recordaba haber escuchado la polémica frase --"se dijeron muchas cosas"-- y que la interpretación que puede haber hecho "individualmente" algún letrado es "torticera", aunque ya sabía que la asamblea iba a ser "muy conflictiva".

Sobre el problema de fondo, el decano, que no ocultó su preocupación por este conflicto, señaló que medidas similares se han aplicado ya en algunos colegios, "precisamente por una razón de imagen en una materia tan sensible como la violencia de género".

"Se trataría de hacer un desglose para que los abogados no ejerzan la defensa y la acusación particular, que también es una defensa, ya que uno defiende a la víctima y otro al agresor. Esto no quiere decir que exista una incompatibilidad legal entre ambas prácticas. Es una cuestión de oportunidad y un sistema parecido ya se sigue en Madrid. El principio que se persigue es la especialización en este servicio público tan importante para la sociedad", añadió.

Hernández dejó una puerta abierta al acuerdo al manifestar que la decisión de la Junta de Gobierno "no es la última palabra, ya que siempre está abierta al diálogo. El acuerdo sería aplicado en el 2008, pero quedan más de dos meses para hablar", dijo.

En la abogacía libre no existe ninguna incompatibilidad para que los abogados ejerzan tanto la defensa como la acusación particular en los procedimientos penales. Ahora, la decisión adoptada por el colegio obliga a los letrados a elegir entre dos turnos de justicia gratuita.

A tenor de la reacción manifestada ayer por los abogados, el servicio jurídico de violencia de género podría sufrir el próximo año un grave quebranto en Zaragoza si las partes no llegan antes a un acercamiento en sus posturas.