Los censos de un total de 43 municipios aragoneses experimentaron variaciones superiores al 10% de inscritos en los doce meses anteriores al cierre de los padrones para la celebración de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 27 de mayo, que se produjo el 1 de marzo.

Prácticamente la mitad de los municipios en los que se dio esta situación pertenecen a la provincia de Zaragoza. Ocurrió en veinte, entre los que no se incluye Villamayor, creado en el tramo final de la pasada legislatura.

Varios de los pueblos en los que se dio esta circunstancia son concejos abiertos, es decir, de menos de un centenar de habitantes, por lo que en ocasiones las variaciones se deben a las causas naturales. Sin embargo, las altas superaron la decena de personas en tres pequeños municipios de Huesca y en cinco de Teruel. Así, Arguis añadió doce vecinos mayores de edad a los ochenta que tenía un año antes; Bárcabo pasó de 96 a 113; Sopeira, de 91 a 102; Cabra de Mora, de 89 a 102; Calomarde, de 70 a 86; Toril y Masegoso, de 32 a 44; Torre de Arcas, de 87 a 97, y Valacloche, de 22 a 41. Esta última localidad se quedó a un paso de duplicar su censo de votantes en doce meses.

El mayor incremento de población con derecho a voto de la provincia de Zaragoza se registró en María de Huerva, que del 1 de marzo del 2006 a la misma fecha del 2007 añadió 614 personas a las 2.847 que figuraban inscritas en su censo. Le sigue Munébrega, que añadió 294 a los 2.837 inscritos.

Otros movimientos reseñables fueron los 27 vecinos que Aldehuela de Liestos sumó en un año a los 38 censados, los doce restados a los 48 de Isuerre o la misma cantidad en que se redujeron los 117 de El Frago. Los Pintanos perdió 32 --de 73 a 41-- y Murero ganó veinte.