El Ayuntamiento de Tarazona no va a recurrir finalmente la declaración de la nave de máquinas de la antigua estación de ferrocarril como Bien de Patrimonio Cultural, a pesar de que la protección de este inmueble echa por tierra el desarrollo urbanístico de la zona.

Según el planeamiento aprobado en abril del 2004 con el visto bueno de todas las instituciones y sin alegaciones por parte de Patrimonio, el inmueble iba a ser derribado para levantar una zona residencial. Toda la superficie, de unos 40.000 metros cuadrados, pertenece a Renfe, al Ayuntamiento de Tarazona y a cuatro propietarios privados.

En el caso del consistorio de Tarazona, el terreno total afectado es de 10.500 metros cuadrados y, según apuntó el concejal de Urbanismo, Luis Arrechea, "de la venta de estos terrenos dependían gran parte de los ingresos municipales de este año, según se había contabilizado en los presupuesto vigentes".

La paralización de este plan parcial supone el retraso de la tramitación y unas pérdidas de 2,58 millones de euros por la merma de aprovechamiento urbanístico, según señaló el consistorio en el recurso de reposición que se interpusoante el Departamento de Educación, Cultura y Deporte.

Pese a todo, la junta de portavoces del Ayuntamiento de Tarazona decidió ayer por unanimidad plantear en el próximo pleno una propuesta de resolución para no interponer un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

El alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte (PP), apuntó que "para tomar esta decisión se han tenido en cuenta los informes de los servicios técnicos municipales, las opiniones de profesionales consultados y las consideraciones de la DGA y de la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa), desde donde han defendido la catalogación del edificio de Renfe. Además, el primer edil señaló "que se entendía oportuno no dilatar más en el tiempo el desarrollo urbanístico de la Unidad de Actuación número 56" para poder estudiar una nueva reparcelación y retomar la urbanización.

DOS AÑOS DE TRÁMITES La disputa por la catalogación de este edificio comienza en abril del 2005, cuando el ayuntamiento tuvo conocimiento del escrito presentado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón solicitando la protección del mismo.

A raíz de esta propuesta se inició un tira y afloja entre el ayuntamiento, contrario a la catalogación por los perjuicios económicos que suponía, y el Gobierno de Aragón y las asociaciones de defensa del patrimonio a favor de esta.

Tras diferentes comparecencias, finalmente el Gobierno de Aragón ha decidido que procedía desestimar las pretensiones del Ayuntamiento de Tarazona. El Ejecutivo autonómico entendió "que los valores histórico artísticos y arquitectónicos puestos de relieve por los diferentes informes técnicos, tanto de otras instituciones como de profesionales competentes, eran suficientes como para no poner en duda el interés cultural de esta nave".