Tres testigos de la contienda

Desde Polonia ha llegado otra de las demandas al archivo de la Delegación del Gobierno. Los investigadores han construido la microbiografía de una mujer del bando republicano que tuvo que exiliarse a Francia durante el franquismo y sufrió un periodo de cautiverio en los campos de internamiento durante la segunda Guerra Mundial. Ahora tiene 92 años y vive en Polonia, donde continúa siendo investigada por los hermanos Kaczynski por su posible vinculación con el comunismo, explicó el coordinador del proyecto.

Del paritorio al paredón con un destino: la muerte

En julio de 1936, una mujer republicana veía cómo su marido era fusilado en el paredón. Ella, embarazada, también estaba sentenciada a muerte pero sus captores esperaron hasta que diera a luz a su hija. Nada mas salir del paritorio, fue fusilada. El hijo del matrimonio, 50 años después, se enteró de que tenía una hermana a la que no conocía. Fue gracias a una casualidad. Se encontró en la plaza de los Sitios a una mujer que había compartido paritorio con su madre durante la guerra y era testigo de lo que pasó.

20 días en una cuba de vino para no ser fusilado

Gracias a las preguntas de los familiares de las víctimas de la guerra civil, los investigadores han podido reconstruir la vida cotidiana de los pueblos aragoneses hasta los que llegaba la "represión" de la batalla y también la peripecia de los ciudadanos, que se las ingeniaban como podían para sobrevivir. Este es el caso de un aragonés que, según dicen, medía dos metros y permaneció 20 días metido en una cuba de vino para evitar que le fusilaran. Sus intentos no sirvieron de nada y fue asesinado.