Un total de cinco soldados iberoamericanos han fallecido en el curso de misiones en el extranjero desde que en el 2003 se autorizó la incorporación de inmigrantes de países hispanohablantes al Ejército español. El primer soldado que falleció en acto de servicio en el exterior fue Jorge Arnaldo Hernández Seminario, natural de Piura (Perú), de la Brigada Paracaidista (Bripac). Hernández perdió la vida el 8 de julio de 2006, en Afganistán, como consecuencia de la explosión de un artefacto. Los colombianos Jefferson Vargas Moya, Jackson Castaño Abadía y Juan Erickson Posada murieron el pasado 24 de junio del 2007 en el Líbano, junto a otros tres soldados españoles, en un ataque con coche-bomba contra el convoy en el que se encontraban. Posteriormente, el pasado mes de septiembre falleció en Afganistán, Stanley Mera Vera, un ecuatoriano de 20 años de edad, soltero y natural de Guayaquil.

En la actualidad, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con casi 5.000 soldados iberoamericanos que representan el 5% del total de los efectivos. Casi 2.000 de ellos son ecuatorianos.