Casi el 7% de los conductores que se sometieron en Zaragoza al test de la droga el pasado fin de semana dieron resultado positivo, según la Fiscalía de Seguridad Vial. En días sucesivos, la Guardia Civil desplegó amplios dispositivos de control en las autovías de Logroño y Huesca, respectivamente, y fue en la segunda donde se detectó un mayor porcentaje de conductores que circulaban bajo la influencia de estupefacientes.

La Fiscalía, en colaboración con la Dirección General de Tráfico, eligió Zaragoza y Badajoz para una experiencia piloto que se pretende extender posteriormente al resto de España. Además de un elevado número de agentes (24), los dispositivos también disponían de una ambulancia con equipo médico para realizar pruebas a los conductores que no superaban las de saliva y para realizar extracciones de sangre a los positivos. Los resultados confirman que las madrugadas del domingo con las de mayor consumo.

En el dispositivo del sábado frente a la factoría de Pikolín, la Guardia Civil controló a 231 conductores, que arrojaron unicamente seis resultados positivos. Asimismo, se abrieron diligencias contra una persona que se negó a someterse a las pruebas. La operación se repitió a la noche siguiente en la autovía de Huesca, junto al desvió a Ontinar, con el balance de 128 conductores controlados, 17 positivos y un imputado por negarse al control.

La cifra de personas que dieron positivo a la prueba de saliva fue algo mayor, pero los médicos rechazaron que estuvieran conduciendo bajo los efectos de las drogas, bien por que el consumo era escaso o porque lo había realizado con muchas horas de antelación.

Los controles de Badajoz fueron más minoritarios, y solo se realizaron 26 en cada noche. De los 52 conductores controlados, nueve fueron positivas, siete de ellas en la madrugada del domingo.