Tras años de distancia, lejanía e ignorancia, la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza tratarán hoy de "normalizar" las relaciones entre las dos instituciones. El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, mantendrán un encuentro para intentar desencallar algunos de los temas que separan a ambas instituciones desde hace varias legislaturas. Y como la actualidad manda, la sombra sobre la ubicación y la fórmula de gestión del estadio municipal de La Romareda estará presente en la reunión bilateral.

Tres meses después de la constitución de los gobiernos municipal y autonómico, Biel y Belloch repasarán hoy un largo listado de asuntos vitales para el desarrollo de Zaragoza. El canon de saneamiento, la Ley de Capitalidad, la creación de un área metropolitana, una lista de cuestiones vinculadas con el transporte urbano e interurbano, la modificación de la normativa de Policías Locales, el desarrollo de la Ley de Dependencia y la cesión de distintos suelos para equipamientos educativos y sanitarios serán algunos de los puntos de la reunión.

Eso sí, el vicepresidente de la DGA y el alcalde no tienen previsto estar reunidos más de una hora por lo que ambos dirigentes tan solo tendrán tiempo para fijar el listado de puntos a negociar. Antes de fin de año, serán los consejeros autonómicos y los concejales los que aborden en profundidad estas cuestiones en la comisión bilateral de cooperación creada hace unas semanas y cuya periodicidad rondará los dos meses.

Por primera vez en ocho años, los partidos políticos que sustentan la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza en coalición, coinciden. El socialista Marcelino Iglesias presidió su primer gobierno con el PAR mientras el popular José Atarés dirigía la casa consistorial. Cuatro años después, Iglesias reeditió la coalición, pero Belloch escogió a Chunta Aragonesista como socio.

Algunos de los asuntos pendientes de acuerdo son vitales para las arcas municipales. El teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Francisco Catalá, ultima estos días el proyecto de presupuestos para el 2008 y la inclusión o no de algunas partidas provenientes de la administración autonómica podrían ser claves para intentar rebajar la temida deuda que dejará la Expo 2008 en las arcas municipales.

Aunque el entendimiento entre las dos administraciones es necesario, el hecho de que Belloch se siente a negociar con Biel, presidente del PAR y bicandidato a la DGA y al Ayuntamiento de Zaragoza, no ha sentado nada bien entre los grupos de la oposición. PP, CHA e IU denunciaron ayer la "injerencia" del Ejecutivo autónomo en cuestiones vinculadas con el urbanismo zaragozano.

"No apoyaremos nada que suponga una merma de la autonomía municipal", advirtió ayer el portavoz del PP, Domingo Buesa, sabedor de que su voto es fundamental para sacar adelante proyectos fundamentales para la ciudad como el emplazamiento de La Romareda. "No vamos a ir de acompañamiento a ninguna boda y si Belloch negocia el campo con la DGA ya no tiene nada que hablar con nosotros", sentenció Buesa.

En las últimas semanas, PSOE y PAR han sellado un acuerdo tácito para sacar el campo de fútbol de su actual ubicación. Paralelamente, el PP ha anunciado su voluntad de negociar "siempre y cuando el campo no se quede en su sitio". La construcción de un campo de fútbol trasciende una legislatura por lo que PSOE y PAR necesitarían de los populares para cumplir con la promesa de Belloch de aprobar esta decisión con "al menos" el consenso de tres grupos municipales. San José, Las Fuentes, la zona del Actur más cercana a Juslibol y los terrenos de Luengo en La Almozara son algunos de los suelos que baraja el equipo de gobierno municipal. El Real Zaragoza, de momento, guarda silencio.