Un año después de que el Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución (CASAR) se constituyese, todavía no se ha firmado el convenio específico con la MAZ para prestar asistencia y solo dos médicos de la mutua atienden en los centros del consorcio. Este fue creado para extender los servicios sanitarios a las comarcas (los centros previstos se ubican en Ejea, Fraga, Tarazona, Jaca). De hecho, el organismo cuenta con la participación de los ayuntamientos de estas localidades y con la MAZ, que se sumó en junio del año pasado a esta iniciativa tras obtener la autorización preceptiva.

Por el momento, solo dos traumatólogos de la MAZ dan servicio en el CASAR, concretamente en las consultas de Fraga. Sin embargo, tanto el Departamento de Salud como la mutua restaron importancia a que todavía no exista el convenio entre el consorcio y esta entidad, ya que ya hay un borrador del mismo que se firmará próximamente. Este documento deberá someterse a la aprobación del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, así como del Consejo Rector del Consorcio, antes de su aprobación por la DGA.

Tal y como confirmó el director médico de la MAZ, Francisco López Suria, los dos especialistas que actualmente prestan servicio en el CASAR van y vuelven a la capital del Bajo Cinca en los horarios marcados para las consultas de Traumatología. Las operaciones, sin embargo, se realizan en la propia mutua, en la capital aragonesa. Estos actos médicos se facturan luego al consorcio de una forma similar a un concierto con una entidad privada. Según explicó, la MAZ aportará más personal cuando el consorcio esté plenamente en funcionamiento: por ahora solo Jaca y Ejea tienen sus instalaciones definitivas, mientras que en Fraga y Tarazona se van sumando servicios a la espera de la entrega de los centros.

La por el momento escasa participación de la MAZ en las actuales actividades del consorcio ha causado sorpresa en grupos de la oposición, como el PP, que planteó una pregunta a la Consejería de Salud en este sentido, y en el sindicato CCOO, que habla de "improvisación". De hecho, la integración de la mutua en el CASAR fue duramente criticada al considerar que se estaba privatizando una parte de la asistencia sanitaria.

El modo de contratación del consorcio también ha sido causa de críticas. Así, esta entidad, que tiene personalidad jurídica propia, puede nutrirse de personal propio, al parecer la opción preferente; personal del Salud; de los ayuntamientos; y de la MAZ. "Tendremos problemas en un futuro por la variedad de contratos en trabajos similares. Por ejemplo, en Ejea se hicieron contratos indefinidos sin pasar por oposición", indicó Juan Urdániz, secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO.