El Departamento de Servicios Sociales del Gobierno aragonés creará una red de casas de acogida para mujeres maltratadas que se extenderá por todas las comarcas aragonesas. El objetivo es facilitar el acceso de los recursos contra la violencia doméstica al mundo rural y, para conseguirlo, se partirá de la creación de cuatro dispositivos más que se sumarán a los cinco existentes en la actualidad, todos en las capitales de provincia.

Así lo anunciaron ayer la consejera de Servicios Sociales, Ana Fernández, y la directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Rosa Borraz, con motivo de la presentación de los actos de Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

En el acto, Borraz expuso también los últimos datos que revelan la magnitud de un problema sobre el que cada vez hay una mayor concienciación. A fecha de 31 de octubre, este año se han cursado 656 órdenes de protección y 1.250 denuncias por agresiones, unas cifras similares a las de otros ejercicios.

La mayor parte de las mismas proceden de las capitales, especialmente de Zaragoza, pero también las mujeres del mundo rural se animan cada vez más a rebelarse contra los malos tratos. Por eso, uno de los objetivos de la consejería es implicar a las comarcas en la lucha contra la violencia doméstica para lo que será fundamental la nueva red de centros de acogida.

PRIMEROS PASOS Para comenzar, se crearán casas de acogida en Tauste, Ejea, Calatayud (el ayuntamiento ya ha cedido el uso de un piso) y Teruel, aunque se prevé que todas las comarcas tengan estos dispositivos.Los nuevos se sumarán a los cinco existentes (tres en Zaragoza, uno en Huesca y uno en Teruel), que aglutinan 57 plazas. El objetivo del Instituto Aragonés de la Mujer es que estos recursos se conviertan en una red. De hecho, no necesariamente las mujeres de un determinado municipio o comarca deberán acudir a la casa de su lugar de residencia, sino, tal y como apuntó Borraz, podrán acudir a otro dispositivo de la comunidad.