El anteproyecto del Balcón de San Lázaro ha pasado su primer examen. Las asociaciones de vecinos del Rabal han dado su visto bueno al diseño elaborado por un grupo de arquitectos de Expoagua en el que se decide dar continuidad tanto peatonal, como del tráfico y ciclista a la ribera del Ebro.

Tal y como ya adelantó EL PERIÓDICO, ese diseño contempla el cierre del actual túnel de ferrocarril por el que están pasando los coches desde la avenida Cataluña hasta el parque Macanaz. El tráfico se desviaría entonces por encima. ¿Cómo? Utilizando la calle que se ha construido en las últimas semanas y que acaba ahora en el puente de Piedra. Este vial se enlazaría con uno de nueva creación que descendería mediante una rampa hacia la arboleda de Macanaz para unirse ahí con la calle ya urbanizada que comunica con la avenida de Ranillas.

Este vial sería utilizado por coches que no podrían circular a más de 30 kilómetros por hora. De hecho, se quiere pavimentar como una acera para marcar ese ritmo lento.

En cuanto a los peatones, podrán caminar desde el barrio Jesús hasta el parque de Macanaz utilizando un andador que se construirá sobre el río, bajo el puente de Piedra. El resto del espacio, donde están las ruinas arqueológicas, se cubrirán, salvo los claustros, que se conservarán. Los vecinos se mostraron de acuerdo. Y hoy se conocerá la opinión de los partidos de la oposición.