La ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, rechazó ayer en Madrid la existencia de retrasos en la ejecución de las obras del Pacto del Agua. A pesar de que las infraestructuras hidráulicas están pendientes desde 1992, la titular de Medio Ambiente consideró que en el 2007 se hizo tabla rasa y el contador empezó a correr de nuevo. Las palabras de Espinosa fueron rebatidas por el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, quien reconoció que las cosas han cambiado desde el año pasado, pero matizó que para cumplir los acuerdos del 2007 "hay que adecuar los proyectos a las propuestas que se han hecho desde Aragón".

Este debate tuvo lugar en una conferencia sobre Políticas y estrategias ante los retos del cambio climático y el agua, organizado por el Forum Nueva Economía. Tampoco los regantes aragoneses que asistieron a la intervención pública de la ministra compartieron sus tesis. De hecho, el presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, explicó a Aragón TV que las obras del Pacto del Agua soportan un "retraso evidente".

CONGRESO DEL PP

Por otra parte, el Partido Popular aragonés ha presentado varias enmiendas a la Ponencia Económica que se debatirá y aprobará en el Congreso Nacional el próximo fin de semana con el objetivo de que de esta desaparezcan las referencias a los trasvases "como fin en sí mismos".

Según informó Efe, las políticas del agua ocupan de los puntos 124 a 127 de esta Ponencia Económica, en la que se asegura que los trasvases son "una oportunidad de progreso para todos, así como un instrumento eficaz para la mejora del medio ambiente hídrico y un elemento de seguridad frente a posibles efectos del cambio climático" y se apuesta por recuperar el Plan Hidrológico Nacional, que incluía un trasvase del Ebro de 1.050 hectómetros cúbicos.

El presidente del PP aragonés, Gustavo Alcalde, aseguró que desde Aragón que ha pedido que se elimine la referencia concreta que hay a los trasvases como fin en sí mismos. "No puede ser que toda la política hidráulica del PP tenga el único objetivo del Trasvase del Ebro; eso no es lógico ni razonable", afirmó.

En este sentido, se remitió al programa electoral popular de las pasadas elecciones generales, que apostaba por un acuerdo nacional sobre el agua sobre varios pilares: unidad de cuenca, sostenibilidad medioambiental, prioridad de uso en la propia cuenca y, también, solidaridad interterritorial en el supuesto de que haya excedentes.

Un trasvase, puntualizó Gustavo Alcalde, sería "una herramienta para esa hipótesis", no un objetivo como se apunta en la ponencia que se debatirá el fin de semana, y por ello ahora están negociando las enmiendas para pactar "puntos intermedios".