Nunca el Ayuntamiento de Zaragoza había destinado tantas brigadas a la limpieza del Casco Histórico y, sin embargo, sectores como San Pablo o el entorno de Conde Aranda siguen siendo los focos más degradados de la escena urbana. Y lo son debido a dos causas fundamentales: la falta de civismo de los ciudadanos y el consumo de alcohol en las calles durante los fines de semana.

Por primera vez, partidos políticos y asociaciones de vecinos del Casco histórico coinciden en este punto de vista y lo denuncian públicamente en un esfuerzo por concienciar a la población de lo poco efectiva que resulta una inversión millonaria si no va acompañada de la colaboración vecinal.

La teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso, enumeró ayer los refuerzos aplicados en el Casco. Por ejemplo, todas las mañanas, incluidas las del domingo, se realiza un barrido manual de todas las calles. Y en las zonas emblemáticas o de mayor afluencia de público también se realiza esta operación en turnos de tarde y noche.

Asimismo, el área monumental recibe un baldeo cuatro veces a la semana, tres veces en el caso de las zonas más transitadas y dos en las residenciales con menor afluencia de ciudadanos. A ello hay que sumar la brigada de limpieza exclusiva para solares reforzada durante la Expo.

"No es un problema de recursos, sino de concienciación. No es normal que en la calle san Pablo las brigadas pasen hasta cuatro veces y, nada más marcharse, los vecinos vuelvan a depositar bolsas de basuras y muebles en los solares", expuso José Manuel Alonso, concejal de IU y presidente del distrito.

Por este motivo, la Junta Municipal del Casco, en colaboración con las asociaciones de vecinos del barrio, Servicios Públicos y Policía Local ha iniciado una campaña de sensibilización con la que concienciar a los ciudadanos de cuestiones tan simples como el deber de sacar las bolsas de basura a la calle en la franja horaria establecida, la prohibición de no dejar los desechos en mitad de una acera y la obligación de caminar hasta el contenedor más cercano. "Hay problemas puntuales en algunas calles en las que los edificios son tan pequeños que no hay espacio para guardar un cubo de basura, por lo que la gente la abandona en la puerta. Y no solo inmigrantes. Es a esa gente a la que queremos dirigirnos", añadió Alonso. Primero se realizará una campaña de sensibilización y, posteriormente, intervendrá la Policía Local con sanciones para quien no cumpla las normas.