"Es como si te encontraras en medio del monte con una auténtica empalizada de la guerra. Lo curioso es que ahora que se están limpiando los ibones de toda la chatarrería, nos colocan un balcón de hierro que puede verse desde la misma plaza del balneario. Y eso que lo instalado es solo una avanzadilla de lo que habrá. Seguro que hay otros sistemas más avanzados", asegura uno de los guardas de la Casa de Piedra. No obstante, las quejas de los turistas, visitantes y amantes de la naturaleza comienzan desde el momento en que llegan con su vehículo al balneario. "Desde el verano pasado, todo el que viene no tiene dónde aparcar. Porque el párking no está acabado y fuera del recinto solo está la carretera, y la Guardia Civil pasa de vez en cuando y multa", añade. Por lo que pide para este verano que se pueda habilitar un aparcamiento alternativo. En cuanto al conjunto del balneario, lamenta la situación en la que se encuentra. "La ocupación en junio ha sido mínima", señala, "y se comenta mucho sobre el futuro de este complejo, con unas obras parcialmente paradas", concluye. Este diario publicó a primeros de junio que podría pasar a manos de Vincci hoteles, en principio como asesoramiento.