La Universidad de Zaragoza y la empresa Monegros Servicios Medioambientales llevan más de año y medio controlando la población de los mosquitos de Ranillas por la celebración de la Expo. Y, de momento, las trampas para el control de larvas en las riberas y los biolarvicidas empleados para sulfatar, diseñados para no afectar a otras especies, están funcionando. Así, a pesar de las dificultades de este verano, son escasas las picaduras, aunque de noche, y atraídos por las luces, en la zona puede verse otros tipos de insectos.