La virulencia de las picaduras se ha agravado desde que comenzó el calor, hace diez días. Por lo que las precauciones deben reforzarse, sobre todo allí donde haya agua y árboles frutales. "En esta urbanización, ya han acudido tres niños a urgencias desde el pasado fin de semana como consecuencia de los picotazos", explica Gonzalo, padre de un niño también atacado por los mosquitos, pero que no ha necesitado acudir al centro hospitalario. Esta urbanización, localizada en la avenida Gómez Laguna de Zaragoza, tiene piscina y un amplio jardín con flores y árboles frutales. "A una de las niñas, de 9 años, le picó en el brazo en una torre de Cuarte. Y a otra, de la misma edad, en la cara, también en el extrarradio de Zaragoza. Pero la preocupación se ha extendido, porque también se han dado picaduras a varios niños en la piscina de casa, incluido mi hijo de 8 años, y entre los vecinos ya se habla de que sea el mosquito tigre por la reacción tan fuerte que han sufrido", añade.

Sin embargo, todos los estudios niegan la existencia del mosquito tigre en Aragón. Ya se han colocado trampas de deposición recreando sus hábitats y, de momento, los resultados son negativos. Lo cierto es que se trata de un insecto urbano que cría en cualquier tipo de recipiente. Su picadura en muy dolorosa y su reacción, peligrosa. Otra cosa es que se trate de la mosca negra, especie que se va acercando a Zaragoza. Salud, sin embargo, no tiene constancia del incremento de asistencias en urgencias.