Iñaki, un joven de 26 años, continúa debatiéndose entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Miguel Servet de Zaragoza a causa de los golpes sufridos durante una pelea que se produjo en la madrugada del sábado en la calle Contamina del Casco Histórico. Según fuentes de la Policía Nacional, a última hora de ayer no se había detenido a ningún sospechoso, pero la investigación continuaba abierta y se había avanzado en la identificación de alguno de los autores de la agresión.

Al parecer, los hechos tuvieron lugar la madrugada del viernes al sábado en la calle Contamina, en la que al parecer, tras una discusión entre dos grupos de jóvenes, resultó con lesiones muy graves por golpes en la cabeza un joven de 26 años. Según fuentes de la investigación, los jóvenes tuvieron un roce en un bar a causa de unos empujones. Las dos pandillas de amigos se volvieron a encontrar más tarde en la calle y comenzaron de nuevo a discutir. El peor parado fue Iñaki, que recibió la mayoría de los golpes en la cabeza.

Según fuentes del 061, el joven fue intervenido quirúrgicamente el sábado en el hospital Miguel Servet. A última hora de ayer, el estado de Iñaki continuaba siendo "crítico" como consecuencia de la brutal paliza, según el último parte médico facilitado por el Gobierno de Aragón. La Policía Nacional ha interrogado ya a todos los amigos del joven presentes en el lugar de los hechos, informó Heraldo.

También el viernes ocurrió un suceso parecido en la zona de bares del Casco Histórico. Dos jóvenes de 20 y 21 años, que responden a las iniciales de R. A. N. C. y F. M. A. R., respecticamente, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de lesiones contra otro joven en la plaza del Justicia de la capital aragonesa. La Policía Nacional los detuvo en las inmediaciones del Mercado Central. En el momento de la detención, uno de ellos llevaba un hierro que podría haber usado en la agresión.

Los vecinos de la calle Contamina se mostraron ayer "consternados" al conocer esta nueva agresión. María Pellicer, una jubilada de 67 años, explicó que "la falta de Policía Local es más que habitual en esta zona a pesar de que hace años ya murió otro chico por una pelea". En el mismo sentido se pronunciaba su hijo José Luis Nuez, quien recordó cómo "cada mañana de domingo tenemos que combatir con los cristales rotos de los vasos que se consumen en la calle y con el olor de la orina". En opinión de Esteban Rodríguez, otro vecino de la calle Manifestación, "sería más que necesario que el ocio nocturno saliera del Casco Histórico porque no solo es que no podamos descansar, es que los incidentes son constantes y nadie pone remedio. Deben mover mucho dinero los hosteleros para que nadie quiera meterles mano". En una panadería cercana, los vecinos comentaban que "lejos de actuar, el consistorio alarga el horario del ocio nocturno".