El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, dijo ayer en Teruel que una posible solución para que la construcción de la Autovía A-40 entre la capital turolense y Cuenca sea una realidad podría pasar por "parcelar" la infraestructura de manera que cada una de las tres comunidades autónomas por las que pasa --Aragón, Castilla-León y Comunidad Valenciana-- estudie y construya sus tramos.

De esta forma, cada una de las comunidades estudiaría el impacto ambiental de la parte que afecta a su territorio y se construiría una "autovía por tramos, aunque el resultado final sería una infraestructura nacional", dijo. "Está visto que con el Ministerio de Medio Ambiente es muy difícil encontrar una solución", anotó. Además, Biel propuso "firmar un convenio con el Ministerio de Fomento", para que el tramo de Aragón, tras la evaluación de impacto ambiental y con fondos de ese departamento, ejecutara las obras el Gobierno de Aragón.

Además, Biel destacó que "cuando se ponen ciertas pegas" a determinados proyectos "es que no hay interés en hacerlos".

De ahí que afirmara, en relación con las explicaciones dadas por el Gobierno central sobre el futuro de la obra, que "estas son excusas de mal pagador".

Por su parte, el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, aseguró que el Ministerio de Medio Ambiente está dispuesto a estudiar un trazado alternativo para la A-40.

"Nosotros ya damos por descontado las dificultades que hay en ese trazado, pero no vamos a renunciar a otro. Hemos dicho que, con respeto escrupuloso al medio ambiente habrá una conexión por autovía entre Teruel y Cuenca y en eso estamos trabajando", dijo.

Iglesias consideró "evidente que la ministra de Medio Ambiente (Elena Espinosa) tiene que decir lo que dicen sus informes, no puede decir otra cosa".

"Hablé ayer mismo con la ministra y están dispuestos a estudiar otros trazados alternativos que permitan la conexión entre Teruel y Cuenca por autovía. Es en lo que estamos trabajando ahora las tres comunidades autónomas", anotó.