La incidencia media de la gripe en Aragón es de 60 casos por cada 100.000 habitantes, por debajo de los 73 que constituyen el umbral epidémico fijado para este año en España, aunque los 75 casos registrados en la provincia de Huesca la sitúan por encima del umbral. Así lo explicó el jefe del Servicio Epidemiológico de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Juan Pablo Alonso, quien informó de que, según el último estudio, que recoge datos de la semana pasada gracias a la Red de Médicos Centinela, la incidencia en Teruel es de 64 casos por 100.000 habitantes y en Zaragoza de 48.

Estas cifras están dentro de la normalidad para esta época del año en la comunidad, aunque Alonso no descartó que en los estudios de la semana actual (la 53 del periodo epidemiológico) pueda superarse el umbral, ya que en las regiones limítrofes los datos sobre la incidencia de la gripe son más altos.

Esta es una enfermedad de origen vírico que se transmite con facilidad por vía respiratoria. Una vez contraída la infección solo cabe el tratamiento de sus síntomas. Los niveles de protección que ofrece la vacuna son elevados y duraderos (de 6 a 12 meses), y resultan efectivos a partir de las dos semanas de su administración.

Según explicó Alonso, una muestra del virus estudiada en colaboración con el laboratorio de microbiología del hospital Miguel Servet pertenece al tipo A, que coincide con el que se ha administrado este año en las campañas de vacunación.

En Aragón, la mayoría de casos de gripe se han producido en la población menor de 14 años (87 casos por cada 100.000 habitantes), seguida de los grupos entre los 15 y los 39 años (72 casos) y entre los 40 y los 64 (43 casos), mientras que, en parte gracias a las campañas de vacunación, la incidencia en los mayores de 65 años es nula hasta el momento.

Ante los primeros indicios de enfermedad, Alonso recomendó no automedicarse, acudir al médico de Atención Primaria y evitar en lo posible los servicios de urgencias.

La campaña de vacunación contra la gripe se desarrolló en Aragón durante los meses de octubre y noviembre con 250.800 dosis, un 14% más que el año pasado. La vacuna de este año incluyó por primera vez en veinte años tres cepas nuevas: dos de tipo A (H1N1 y H3N2) y una de tipo B. Estas nuevas cepas fueron aisladas en Brisbane (Australia) en la temporada 2007-2008 y en este país produjeron un número de casos tres veces mayor al de la temporada anterior, lo que en un principio hizo levantar la voz de alarma.