Dicen que Felisa Soteras hizo su trabajo en silencio como el que esconde algo. Quizá tanto como la calle que lleva su nombre (por poco tiempo), en la que apenas hay un par de puertas de garaje, ningún portal y donde encontrar algún vecino es misión casi imposible. "Más olvidada que está esa calle, imposible", explica José Luis Arribas, residente de la calle Santa Orosia, paralela a la que ahora va a cambiar el nombre, quien tiene que pensar cuando se le pregunta por si sabe quién fue Felisa Soteras: "Ni idea", concluye antes de que se le informe de que organizó la Sección Femenina en Zaragoza en 1936 y durante la guerra civil se encargó del taller de confección que cosía las prendas de los soldados fascistas. "Muy bien me parece", responde.

A partir de ahora, nadie tendrá que explicarle quien fue Felisa Soteras porque, en virtud de la ley de Memoria Histórica, en breve la protagonista de la calle será María Callas. Un nombre insigne que llega cuando puede que la calle empiece a coger vida propia, según cuenta, Marisa Forcadé, vecina también de la calle Santa Orosia, que pasea todos los días a su perro por Felisa Soteras: "A ver si construyen de una vez el barrio del AVE y, por lo menos, empezará a tener más color". Y es que la calle, que comienza en Juan XXIII, está frente a las antiguas vías y enfrentada ahora a los solares del futuro barrio del AVE que la sepultan entre tanta valla metálica y olvido. Apenas una placa vieja y muy sucia, en la que se lee con dificultad el nombre, habla para decir en qué calle se encuentra el paseante. Una hilera de bancos y un parque infantil vacío intentan romper ese vacío que solo se rompe por los coches que utilizan la calle para aparcar: "Trabajo aquí al lado y es el único sitio donde se puede dejar el coche", asegura José Luis Oteo.

Como si de ley de vida se tratara, Felisa Soteras dejará de dar nombre a la calle al mismo tiempo en que parece que el silencio desaparecerá de la calle ya que, en María Callas habrá, en un futuro cercano, nuevas viviendas que llegarán bajo el amparo de una de las mejores voces del siglo XX. "¿Qué me parece el cambio? No sé quién era Felisa Soteras y María Callas me suena pero no sé situarla", dice Arribas.

La soprano Callas (cuyo nombre real era Maria Anna Cecilia Sophia Kalogeropoulos) está considerada la mejor cantante de ópera del período de posguerra. Neoyorquina de nacimiento aunque de origen griego, tuvo como maestra a la aragonesa Elvira de Hidalgo quien, curiosamente, también tendrá una calle con el nuevo reordenamiento municipal. Callas combinaba una impecable técnica del bel canto con un gran talento dramático. Más allá del personaje, la nueva nomenclatura provoca indiferencia en la zona. "No me parece ni bien ni mal. No le doy más importancia", dice un vecino que prefiere no dar su nombre.

Calle María Callas

María Callas (Maria Anna Cecilia Sophia Kalogeropoulos) nació en Nueva York el 2 de diciembre de 1923 y falleció en París el 16 de septiembre de 1977. La soprano está considerada como la más famosa cantante de ópera del periodo de posguerra gracias a su versatilidad sobre el escenario. Tuvo como maestra a la aragonesa Elvira Hidalgo.

Sustituye a: calle Felisa Soteras

Felisa Soteras organizó la Sección Femenina en Zaragoza a partir del año 1936. Esta organización se dedicaba a prestar apoyo a la militancia falangista y asistencia a las familias de los caídos en la lucha. Posteriormente, durante la guerra, Felisa Soteras se encargó del taller de confección que cosía las prendas de los soldados fascistas.