A María Victoria Pinilla, alcaldesa de La Muela, los problemas se le acumularon entre mayo y diciembre del 2008. Con la ampliación de la sexta fase de Centrovía no mostraba tanta preocupación como por el plan parcial del sector SR-1. A fin de cuentas, en esta parcela tenía a un empresario desesperado que la presionaba permanentemente por teléfono, por correo y pidiéndole resultados.

Por eso se lanzó a presionar por las alturas y no le importó descolgar el teléfono para llamar a todo aquél que creía que podía acelerar las gestiones. En uno de los pinchazos telefónicos que obran en el sumario se capta una conversación que mantiene con el viceconsejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Carlos Escó, el hombre que, según ella, "más poder tiene en Aragón".

En esa comunicación del 24 de octubre del 2008, Pinilla casi le implora que hable con la directora de la comisión y le diga: "Nuria, por favor, lleva lo de La Muela, el SR1...". Pinilla insiste: "Pero, Carlos están haciendo el orden del día, si pegarais un telefonazo hoy....". Escó le corta y le dice que no puede hablar con ella (con Nuria) porque va conduciendo.