La Audiencia Nacional condenó ayer a penas de entre 79 y 82 años de prisión a los miembros de los GRAPO Israel Clemente, Jorge García Vidal y al militante de PCEr (Partido Comunista de España Reconstituido, brazo político de la banda) Juan García Martín por el asesinato de la empresaria Ana Isabel Herrero Izquierdo, cometido el 6 de febrero de 2006 en Zaragoza. Deberán indemnizar a su esposo, Francisco Collell, con 360.000 euros por el asesinato de su esposa, con 120.000 por las lesiones que sufrió y con otros 3.594,12 por daños materiales.

La sentencia declara probado que, sobre las nueve de la noche de ese día, Clemente y García Vidal accedieron al garaje del edificio en el que vivían Herrero y Colell. Cuando se disponían a recoger su vehículo, y tras identificarse como miembros de los GRAPO, "les indicaron que iban a tratar de temas económicos". "Somos del GRAPO, esto es un secuestro, no hagan nada y no les pasará nada (...), sólo venimos a por dinero", dijo Clemente al matrimonio, propietario de una empresa de trabajo temporal.

Los terroristas, que calificaron a sus víctimas de "explotadores" en el juicio, tenían intención de "expropiarles" 725.000 euros como "impuesto revolucionario".

DESMAYO

Cuando los terroristas intentaban meter a la pareja en el vehículo de Colell llegó otro automóvil, lo que aumentó el nerviosismo de la mujer, "que se desvaneció". Su marido entró entonces en su coche, lo puso en marcha e intentó huir "arrollando, en su defensa, a los acusados". Clemente disparó hasta en cinco ocasiones contra el parabrisas del vehículo e hirió al conductor.

Mientras, narra la sentencia, Herrero "intentó huir por la rampa de acceso al garaje", ante lo que García Vidal, "tras un forcejeo", le descerrajó un disparo en el abdomen a muy corta distancia y, cuando cayó al suelo, la remató de otro tiro en la cabeza. Murió en el acto.

Según el tribunal Juan García Martín, permaneció este tiempo junto a la entrada del garaje "intentando impedir, sin éxito, que durante los hechos alguien penetrase en el mismo".

El tribunal recuerda que, en el juicio, Clemente y García Vidal admitieron los hechos con "especial frialdad y desprecio a todo sentimiento humano". "Si hubiera tenido 15 balas, habría disparado las 15", llegó a asegurar Clemente. "Arrepentido estará tu p... madre", le espetó García Vidal al fiscal Miguel Angel Carballo.

VIGILANTE

García Martín aseguró que en la fecha del crimen vivía en Reus (Tarragona), aunque el tribunal considera acreditada su participación por varios testigos que vieron a un hombre de unos 50 años y pelo canoso en la puerta de salida del garaje.

Las dos armas empleadas en el crimen fueron recuperadas por la Guardia Civil en junio de 2007 escondidas en sendos zulos de los GRAPO en Ricote (Murcia) y en Arenys de Mar (Barcelona) gracias a las indicaciones dadas por Clemente tras su detención.

El tribunal considera a los acusados autores de un delito de asesinato terrorista consumado y de otro en grado de tentativa, así como de dos de detención ilegal, y les impone por ello una pena de 79 años de prisión. A Clemente y a García Vidal les castiga con tres y dos años más, respectivamente, por tenencia ilícita de armas.