--¿Qué balance hace de estos dos años al frente del partido?

--Muy positivo. Yo tenía que trabajar para conocer mucho mejor a la gente de CHA en Aragón y tenía que asumir la transición a la que nos comprometimos, para volver a merecer la confianza de la ciudadana.

--¿Qué ha cambiado en CHA?

--Cuando asumes una presidencia no sabes muy bien cómo irán las cosas. Yo aportaba todo el trabajo del mundo, buenas relaciones con los compañeros, ganas y había que aprovechar el enorme potencial de todo lo hecho hasta entonces. Se visualizó la parte negativa y la pérdida electoral pero no que habíamos alcanzado más representación territorial que nunca. Tenía claro que aprovecharíamos el buen trabajo anterior y que teníamos que conectar de nuevo con la gente.

--Acaban de proponer un pacto global contra la crisis, pero el vicepresidente lo ha rechazado.

--No hemos tenido una respuesta del Gobierno. Ha habido unas declaraciones del presidente del PAR, que confunde sus responsabilidades de partido con las de portavoz del Gobierno, y el señor Biel no es una persona, como demuestra, capaz de debatir con alguien que no sea él mismo delante del espejo. Planteamos un ejercicio de responsabilidad porque la gente está cansada de que los políticos nos echemos los trastos a la cabeza, se planteen macroproyectos para Aragón de los que no se sabe nada y se aparque la dura realidad diaria. Vemos con preocupación que cada institución plantea medidas que comprometen inversión pública. Hay que evitar que se solapen planes, rentabilizarlos y trabajar coordinados en un momento grave como este. Se debe implicar a todos para canalizar las inversiones públicas y traer el empleo de calidad que ahora no es capaz de generar Aragón con las medidas de su gobierno.

--El Gobierno les dirá que para eso ya está la AESPA.

--En el 2008, Iglesias comenzó a asumir que había crisis cuando una semana antes se hacía fotos con cajas, empresarios y sindicatos para llegar a las Cortes con el gran aval de la AESPA. Pero no era un acuerdo nuevo y estaba preparado para el posterior periodo a la crisis. No había nada previsto para la recesión y el PSOE y el PAR rechazaron todas nuestras medidas para afrontarla. Los propios sindicatos y empresarios ha dado la voz de alarma señalando que los acuerdos de la AESPA no están funcionando. Por eso hay que escuchar a todos, y también a nosotros, que pedimos un planteamiento global.

--¿Dónde están los problemas más urgentes?

--Tenemos una buena parte de la población que debería poder seguir viviendo dignamente con la agricultura, ganadería y agroindustria. Otro problema muy grave es que no llega el crédito a las familias y las pequeñas empresas.

--¿Qué es lo peor de este gobierno?

--La falta de coherencia, la sensación de que están KO desde que empezó la legislatura, incapaces de sacar adelante proyectos, incapaces de negociar fuera de Aragón por Aragón y cada consejero va por su lado.

--¿Y lo mejor?

--Que el PSOE no haya sido capaz de traer proyectos de ley con el PAR es otro de los ejemplos de un gobierno que no funciona, pero que se atreviera a traer a las Cortes una proposición de ley sobre las lenguas ha sido un ejercicio de responsabilidad. ¿Compensa con la falta de valentía del Gobierno de Aragón a la hora de asumir responsabilidades con casos de presunta corrupción política como en La Muela o Asael? No. El PSOE optó por gobernar con el PAR y estamos viendo las consecuencias.

--Mucho han cambiado. Hace meses no habrían apoyado una ley que no acepta la cooficialidad.

--Habríamos llevado enmiendas igual. La diferencia no ha sido que CHA quisiera sacar una ley adelante, lo llamativo ha sido que el PAR y el PP se hayan echado atrás en planteamientos que había aprobado toda la cámara. Lo que ahora ha pasado es que se ha hecho visible quién está preocupado por defender nuestro patrimonio y nuestra riqueza y quiénes defendíamos la dignidad de los aragoneses que no solo hablan castellano. ¿Mentían el PP y el PAR hace diez años cuando reconocían las tres lenguas? ¿O mienten ahora? En cualquier caso, han cometido un fraude. No es la ley que queríamos, pero algo es algo. Agradecemos al PSOE su esfuerzo por aceptar nuestras propuestas y tener voluntad de acuerdo.

--Pero ahora ustedes parecen ser más pactistas...

--El PSOE ha tenido claro todos estos años que quería dar juego al PAR y no a CHA. Ellos sabrán por qué. Iglesias pudo hacer un gobierno de izquierdas y optó por otro modelo. Él sabrá el tiempo que quiere seguir con la conciencia vendida, pero nosotros hemos seguido en la misma línea. Propuesta del gobierno que hemos visto que había que apoyar, la hemos apoyado. Y ellos, ¿qué han aprobado de CHA? A partir de ahora, el PSOE tendrá que valorar con quién quiere jugar. El PAR ya ha dicho que jugará con quien quiera, con tal de seguir en el cargo. Nosotros ya hemos dicho que haremos una oposición positiva y constructiva, pero sin callarnos las críticas.

--¿Votarían ahora a favor del Estatuto?

--Hubo varias razones por lo que no votamos ese Estatuto. Posiblemente no fuimos capaces de explicar a la ciudadanía nuestra postura ni tampoco fue fácil, porque hubo un bloque del resto de partidos para aislarnos. Entre otras cosas, queríamos todas las competencias posibles, que se incluyera el catalán y el aragonés, que hubiera garantías para tener una buena financiación, para garantizar inversión en infraestructuras y muchas más. Diferencias importantes que nos impidieron apoyar el proyecto. Ahora lo que hay que hacer es desarrollar el actual.

--Y paradójicamente, ustedes lo defienden a capa y espada.

--Más que nadie, es increíble.

--¿Con quién se entiende más, con Iglesias o con la que puede ser su sucesora, Eva Almunia?

--No ha habido ocasiones de plantear nada conjunto salvo en el caso de las lenguas, donde Iglesias ha tenido una total disponibilidad. Tampoco he tenido problemas con Almunia, aunque discrepemos. No sé quién encabezará la lista del PSOE, y tampoco la de mi partido. Y es bueno que eso se decida en los partidos. En todos los sitios no vale el ordeno y mando.